jueves. 28.03.2024

Vecinos que se congregaron en el ingreso de la Refinería Guillermo Elder Bell iniciaron el retiro de escombros y arena para romper el cerco a las instalaciones y permitir la libre circulación de los camiones cisternas. Para ello, utilizaron palas, baldes, sus manos y, muy cerca, incluso una banda de música animaba el momento.

Desde hace más de 10 días, los combustibles escaseaban en el mercado cruceño llegando a generar largas filas de vehículos, motos y personas con bidones.

Una vez roto el cerco, fue la Policía Boliviana la que impidió el paso de los carros cisterna pues, según su explicación, no había funcionarios de la planta trabajando a esa hora de la noche.

Posteriormente, el gerente de comercialización de YPFB, Felix Cruz, indicó que la presencia de personas en las puertas de la refinería implicaba peligro, por lo que pidió que los manifestantes se retiren a un kilómetro de la planta, pues incluso “un petardo mal dirigido, podría significar un gran daño”.

Las autoridades se comprometieron que, una vez activado ese protocolo de seguridad, el inicio de operaciones estaría asegurado.

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