A propósito de la ESG (Environmental, Social and Government)
Hace días, me solicitaron una propuesta para la realización de una Auditoría de Imagen y Reputación; “la empresa”, así la llamaremos; tiene la intención de incorporar variables de reputación para gestionar su empresa bajo el enfoque sostenible, específicamente integrar los ESG (Environmental, Social and Government), factores “Ambientales, sociales y de Buen Gobierno”. Una auditoría exige auditar las percepciones de todos sus grupos de interés (Stakeholders) y su ecosistema además del significado de sus comunicaciones, es decir el cómo construyen sus contenidos y lo que significa. Es un estudio de mercado, diagnóstico de comunicación y análisis semántico. El presupuesto que “La empresa” había asignado al tema era del 10% de lo que realmente vale. Obviamente el trabajo no se pudo realizar.
Puedo dar fe de la voluntad y deseo de las empresas en subirse al carro de la RSE (Responsabilidad, Social, Empresarial), Sostenibilidad e integrar las ESG, sin embargo, no se trata de una tendencia de moda, que como una ropa la adquieres y usas; se requiere que todos los integrantes de la empresa, lo entienda y adopten, sobre todo el Gobierno Corporativo, “Los dueños”; es una decisión de vida, un punto sin retorno, a la cuál se le debe designar un presupuesto importante. Es una dimensión intangible que se tangibiliza a lo largo del tiempo. El mejor ejemplo el gran sacudón que ha dado la pandemia, muchas empresas ya no están, otras están a punto de morir y las que quedan están administrando pobreza con vientos en contras, pero fuertes en su conciencia de que pueden volver a crecer.
La responsabilidad es un valor que requiere condiciones para poder desarrollarse, hacerse cargo de las consecuencias es de valientes y raya en el ser “martir” en condiciones donde unos piden sin lógica, otros exigen a pena y castigo mientras el esperanzado visionario subsiste a punta de gestión del costo. La estrategia, bajar la inversión, retirar funcionarios, disminuir honorarios y tomando decisiones guiados solo por los resultados de ventas; eso señores, ¡es sobrevivir!
Tener una esperanza responsable es darse cuenta de las aguas donde navegamos, creo que estamos en un momento donde además de administrar el barco, debemos limpiar las aguas.
Ser socialmente responsable es tener una consciencia de que tu Medio Ambiente, no es solo ese de color verde, si no tambien de este otro donde se juegan las decisiones, es despertar a esta realidad donde esa persona que te compra es tambien parte de esta sociedad en riesgo.
Estos temas son responsabilidad del Gobierno Corporativo, la imagen y reputación del líder no se mide por la cantidad de portadas que ocupa, se mide por la cantidad de sociedad que transforma.
Es fácil ser bueno en abundancia, el empresariado boliviano está desafiado a serlo tambien en este largo momento de incertidumbre sin pronóstico.
La responsabilidad, necesita condiciones y las ESG, tambien.