jueves. 02.05.2024
PERSPECTIVAS

El Banco Mundial baja la proyección de crecimiento económico para Bolivia a 1,4%

En enero de este año, el organismo internacional estimó una tasa de crecimiento del 1,5% para el país. El comportamiento es similar en la región que, a pesar de los esfuerzos por superar el impacto de la pandemia, aún registra tasas bajas debido a la persistencia de problemas estructurales como los elevados déficits fiscales y los altos niveles de endeudamiento. El envejecimiento de la fuerza laboral y el aumento generalizado de la violencia se suman a estos factores críticos.
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Las tasas de crecimiento del PIN en la region son bajas, según el Banco Mundial

En su más reciente informe de perspectivas de crecimiento económico, el Banco Mundial bajó la estimación de crecimiento para Bolivia a 1,4% respecto de la proyección de enero que era de 1,5%. La cifra contrasta con la proyección del gobierno nacional que calculó que la economía crecería a 3,71% este año. Menos de la mitad.

Sin embargo, la proyección del Banco Mundial para 2025 se mantiene en 1,5% cifra que aún es insuficiente y se encuentra entre las más bajas de la región.

Las malas noticias no son solo para Bolivia. Los expertos del Banco Mundial prevén un escenario externo “complicado” para este año. “Luego de una aceleración en 2023, se prevé que las economías de China y Estados Unidos crezcan a un ritmo menor y que la Reserva Federal de EE. UU. recorte las tasas de interés más tarde de lo previsto anteriormente, haciendo que la situación financiera internacional se vuelva más ajustada”.

Para Latinoamérica y El Caribe, el panorama no es mejor. El organismo internacional asegura que si bien la recuperación del impacto de la pandemia de COVID-19 es gradual y que, en general, se evidencian esfuerzos por volver a reencaminar el desempeño económico, las tasas siguen siendo bajas ya que aún están pendientes “problemas estructurales de larga data”.

“A pesar de la sólida gestión macroeconómica de la región, las perspectivas de crecimiento siguen siendo bajas, no solo debido a las condiciones mundiales, sino también a temas estructurales que nunca han sido abordados. El crecimiento regional sigue estando obstaculizado por los bajos niveles de acumulación de capital y de crecimiento de la productividad a largo plazo”, asegura el informe titulado Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer?, presentado hoy y que fue elaborado por la Oficina del Economista Jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

Uno de estos problemas es, sin duda, el elevado déficit fiscal, es decir, que históricamente, los Estados de la región gastan más de lo que perciben. En esta lista de problemas estructurales destaca también el nivel de endeudamiento.

“Los déficits fiscales siguen siendo elevados, promediando 5,4 por ciento del PIB a lo largo de 2023, reflejo de una combinación de factores estructurales (como escasa capacidad de recaudación y mayor demanda de bienes públicos) y factores cíclicos (como crecimiento económico débil, transferencias continuas desde la pandemia y servicios de deuda más onerosos, resultado de pagos de intereses elevados)”.

En este indicador, Bolivia aparece con el segundo déficit fiscal más elevado después de Brasil que encabeza el listado de la región con un déficit cercano al -10% en 2023.

En este informe, el Banco Mundial encuentra dos nuevos rasgos que “seguramente dificultarán la elaboración de políticas a futuro”. El primero de ellos, asegura el documento es una fuerza laboral que envejece y “plantea desafíos adicionales para el crecimiento, la estabilidad fiscal y los hogares”.

El segundo y no menos preocupante, es el recrudecimiento y generalización de la violencia en la región—de por sí es la más alta del mundo—, “aterrorizando a los ciudadanos y comprometiendo los avances en la atracción de inversiones logrados por la estabilidad macroeconómica”.

Entre las malas noticias, destaca el control inflacionario a nivel regional. La región, dice el informe, “sigue evidenciando uno de los mejores desempeños del mundo en términos de la lucha contra la inflación, siendo que esta disminuyó de 7,8 por ciento a 3,6 por ciento entre inicio y finales de 2023, comparado con 6,0 por ciento en la OCDE”.

El Banco Mundial baja la proyección de crecimiento económico para Bolivia a 1,4%