sábado. 27.04.2024

A más de tres años de la pandemia, el sector gastronómico cruceño registra números alentadores que pueden variar en cualquier momento, debido a la compleja coyuntura del país. 

El vicepresidente de la Corporación La Casa del Camba, Fernando Medina, indicó que actualmente La Casa del Camba se encuentra operando con las mismas ocho sucursales que funcionaban en 2019. 

El negocio, según Medina, ha llegado a tener una recuperación plena de sus ingresos y una mejora considerable de su productividad, aunque, aún enfrenta el desafío de cumplir con las obligaciones y deudas económicas contraídas en la pandemia, pero con una salud económica y flujo que logra cumplir con los compromisos y permite el crecimiento con nuevas sucursales.

Por su parte, Jorge Adriazola, fundador de El Arriero, explicó que el restaurante registró el año pasado ventas similares a las de antes de la pandemia, luego de años en el que sus operaciones alcanzaron un 50% y 85%, con relación a 2019. A decir de Fabrizio Leigue, presidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz, el sector está creciendo y tiene que hacerlo al ritmo que crece una urbe como Santa Cruz, de casi 4 millones de personas.

El titular de la Cámara explicó que la oferta gastronómica está distribuida en 11 categorías que van desde comidas típicas, internacionales, rápidas hasta restaurantes de mantel. Leigue enfocará su gestión (2023–2025) en lograr un acercamiento con los tres niveles de gobierno y aperturas de mercado. En materia normativa, tiene previsto impulsar la aprobación de una ley que permita el trabajo a tiempo parcial.

Perspectivas para 2023 y ‘amenazas’    

Según Leigue, la incertidumbre, los problemas económicos, la escasez del dólar, problemas sociales, bloqueos de carreteras e inseguridad jurídica, provocan que la gente no se anime a invertir.  Además, la informalidad es una competencia desleal que provoca una brecha negativa (precios) para el sector. 

“Las empresas formales tienen mayores costos para poder operar y esto se ve reflejado en los precios. Se debe trabajar para que los restaurantes se vayan formalizando de a poco. Esto tendrá también un efecto positivo para que el nivel de la gastronomía sea mejor”, señala.

La Casa del Camba, según Medina, espera cerrar el 2023 de manera positiva, con dos nuevas sucursales y pudiendo cumplir con todas las obligaciones con proveedores, trabajadores, bancos e impuestos.

Para que las empresas del sector mejoren, Medina sugiere potenciar el turismo nacional e internacional desde todos los niveles de Gobierno, dejar de realizar los cobros injustificados a los turistas extranjeros y dejar de perseguir al empresariado y al emprendedor con multas y cobros injustificados. 

Adriazola indicó que para este año esperan alcanzar ventas mayores a las de 2022; no obstante, la escasez de dólares y el ambiente político impacta en el consumo de la gente. “El ticket promedio ha bajado. Deseáramos que haya políticas más claras para poder desarrollar el sector”, dijo. 

Nuevos emprendimientos 

Luego de la pandemia, especialmente en 2022, se han inaugurado nuevos emprendimientos en el sector. Esto se debe al alto consumismo que existe en Santa Cruz y la apertura a probar nuevas propuestas, según expertos.

En agosto de 2022 abrió sus puertas Boca Mixtura (Manzana40). El lugar alberga ocho marcas: OMA, Mangarosa, Tinto, Serafina, Tigre Morado, InHouse, In the name of beer y Noi. Destaca por la naturaleza implementada en la decoración, los colores, sabores y texturas, que garantizarán una grata experiencia a quienes lo visitan.

Dos meses más tarde abrió sus puertas Merkat. Ubicado en el MegaCenter, Merkat sigue la línea de los lugares más modernos del mundo al estilo boulevard y combina espacios abiertos con locales a cubierto. En el negocio se invirtieron $us 300.000 en área comunes y $us 200.000 en locales y equipamiento. 

Antes de cerrar el año, Pizza Hut arribó en Santa Cruz. En menos de un año de operaciones, la marca tiene siete locales y genera casi 100 empleos.

Restaurantes: ventas crecen y alcanzan los niveles prepandemia