Los empresarios de Argentina, Bolivia, Chile y Perú avanzaron en la generación de alianzas estratégicas para enfrentar, en un solo bloque, la lucha contra el contrabando. En el encuentro de presidentes de Cámara de Industria y Comercio de los cuatro países realizado en Chile los pasados días, se refrendó la necesidad de generar alianzas público-privadas para hacer más fuerte el combate a esta actividad delincuencial que afecta la economía y la seguridad de estos cuatro países.
Precisamente, mientras se realizaba el encuentro en la capital chilena, en Villamontes, cerca de la frontera entre Bolivia y Argentina, se registraba el asesinato de cinco efectivos militares destinados a la lucha contra el contrabando en una emboscada perpetrada por grupos delincuenciales dedicados a este ilícito.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, servicios y Turismo e Chile (CNC), anfitrión del inédito encuentro, las presentaciones de los representantes gremiales se enfocaron en el rol de las autoridades locales y “la importancia de generar alianzas público-privadas y trabajo colaborativo entre los países vecinos que permitan hacer frente al comercio ilícito, entre otras cosas, fortalecer la fiscalización en fronteras y puntos de venta”.
La ministra del Interior y Seguridad Pública de Chile, Carolina Tohá, participó del evento y enfatizó la necesidad de fortalecer y modernizar la normativa, aprobar sanciones más duras contra los delitos y generar, en el caso de Chile, aplicar la nueva legislación especializada en persecución del crimen organizado.
El evento puso de manifiesto la creciente complejidad del contrabando, ahora controlado por redes delincuenciales de alto poder económico, vinculándose con actividades como el narcotráfico, robo de vehículos, trata de personas y otros crímenes transfronterizos. Los líderes industriales subrayaron la necesidad de acciones conjuntas público-privadas para hacer frente a este fenómeno, resaltando la formación de una fuerza de tarea en Chile como un ejemplo positivo, informaron en la CNI, al cierre del encuentro.
“Esta inédita iniciativa busca generar una instancia de colaboración internacional entre las distintas cámaras de comercio de nuestros países vecinos para que, juntos, combatamos el flagelo del comercio ilícito. Nuestro Observatorio del Comercio Ilícito y de Seguridad nos ha transformado en un actor muy relevante en el combate al comercio ilegal y el resguardo de la seguridad pública por medio de acciones proactivas y propositivas”, aseguró el presidente de la CNC, José Pakomio.
La secretaria técnica de la Comisión de Lucha contra el Comercio Ilícito de la Sociedad Nacional de Industrias de Perú (SNI), Silvia Hooker, puso sobre la mesa la importancia de acelerar la aplicación de acciones conjuntas porque el contrabando “es una problemática transfronteriza que requiere de la coordinación de sector público y privado de los países afectados”.
“Hoy debemos preocuparnos por que ese crimen organizado, como se mencionó hoy, pretende tomar un país. Esta debe ser una alerta para que los países veamos que el crimen organizado está tomando fuerza y que en el contrabando se camuflan el narcotráfico, la trata de blancas y otros delitos”, explicó el presidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia, Pablo Camacho. de acuerdo al reporte de la CNC de Chile.
La nutrida delegación de empresarios bolivianos estuvo encabezada por el presidente de la Cámara Nacional de Industrias, Pablo Camacho, quien presentó al foro internacional el impacto del contrabando en la economía y la industria boliviana. El presidente de los industriales bolivianos puso en relieve la necesidad de generar un siguiente evento en el que participen las autoridades gubernamentales de los cuatro países.
Comercio ilícito
Uno de los platos fuertes del encuentro fue la presentación del primera Encuesta sobre Percepción de Comercio Ilícito en Chile realizada por la CNC de ese país.
Entre los resultados más sobresalientes del estudio está que el 65% de los entrevistados asocian el contrabando con delitos y actividades ilegales, que el 85% reconoce que comprar estos productos acarrea sanciones y que el 80% piensa que detrás de esta actividad hay mafias.
No obstante, un tercio de los encuestados reconoce que ha comprado productos de contrabando recientemente.
