El Estado ahorrará $us 400 millones al año en la subvención de los carburantes con la producción proyectada de las plantas de biodiésel, informó el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina.
“Esta era de los biocombustibles en nuestro país forma parte de un proyecto importante en cuanto a la configuración de tres plantas, las cuales sumadas harán alrededor de 12 mil barriles (de producción). Nos van a permitir un ahorro en el país por un tema de divisas y sobre todo por la subvención, que hoy genera en términos de combustible alrededor de 400 millones (de dólares)”, afirmó la autoridad en entrevista con un medio de televisión.
El Gobierno puso en marcha el martes la primera Planta de Biodiésel, también llamada FAME (éster metílico de ácido graso, por sus siglas en inglés), de un total de tres factorías para la producción de combustibles ecológicos. La planta, situada en la Refinería Guillermo Elder Bell, en Santa Cruz de la Sierra, producirá 1.500 barriles diarios, informó el portal Ahora el Pueblo.
La segunda planta de biocombustible se construye en Senkata, El Alto, y se prevé que entre en funcionamiento en noviembre de este año. El proyecto se complementará con la Planta de HVO (aceite vegetal hidrotratado), que estará lista en 2025. Con la producción de las tres plantas se espera sustituir la importación de combustibles en hasta un 48%.
Molina explicó que una vez que las tres plantas estén funcionando sumarán una producción de 12.000 barriles por día, lo que reducirá las importaciones de combustibles y generará ahorro económico. “Estamos hablando de aproximadamente $us 400 millones de ahorro por año, que son sin duda importantes para la economía del país”.
Al respecto, el analista energético Álvaro Ríos coincidió en que la producción de la planta inaugurada generará un ahorro al Estado. “Son 1.500 barriles que vamos a dejar de importar y por los cuales vamos a dejar de erosionar dólares hacia afuera, ante la fuerte caída que tenemos de la producción de petróleo y condensado en el país”, dijo.
Estabilización
Molina precisó que la Planta de Biodiésel I será puesta en marcha durante las siguientes semanas hasta completar el proceso de estabilización, para inmediatamente producir el biodiésel que posteriormente será mezclado con combustible fósil, con el fin de comercializarlo en el mercado interno.
Agregó que la industrialización del biodiésel representa además para el país avanzar en la suficiencia energética “con todas estas líneas que significa la producción de combustibles renovables”.
