viernes. 29.03.2024

Penalizados desde finales de noviembre por la aparición de la variante Omicron y los temores sobre la demanda que suscita, los precios del petróleo se han estancado en torno a los $us 70 o 75. Esta situación no debería durar para siempre, según Goldman Sachs, que prevé un nuevo pico de demanda mundial ya en 2022, lo que podría hacer que los precios volvieran a situarse en torno a los $us 100 e incluso superar los $us 110 el barril.

Damien Courvalin, jefe de investigación de energía del banco de inversión, explicó que la demanda de petróleo ya estaba en niveles récord antes de que se produjera la última variante Omicrón y, además, la demanda de viajes aéreos debería seguir recuperándose.

"Ya teníamos una demanda récord antes de esta última variante, y se añade una mayor demanda por parte de las compañías aéreas mientras la economía mundial sigue creciendo", dijo Courvalin en una reunión informativa sobre perspectivas energéticas con periodistas económicos el viernes. "Se ve cómo vamos a hacia un nuevo récord de demanda en 2022, y de nuevo, en 2023".

Después de alcanzar varios récords de precio este otoño, ayudados por un fuerte repunte de la demanda, una oferta limitada y una crisis energética con los precios del gas disparados, los precios de los principales índices de referencia han retrocedido desde entonces de forma significativa, afectados por los temores sobre el descubrimiento de la variante, Omicron.

El barril de crudo Brent cotizaba este viernes a $us 73,9 (-1,4% respecto a la jornada anterior), frente a los más de $us 85  de finales de octubre. Sin embargo, el oro negro podría volver a subir en 2022 a medida que se recupere la demanda. Según Courvalin, el precio del barril de crudo podría entonces superar la barrera de los $us 100, un precio que no se veía desde finales de 2014.

Los precios podrían alcanzar incluso los $us 110

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Por otra parte, Courvalin espera que las restricciones a los viajes que afectan a la demanda de las compañías aéreas disminuyan gradualmente. "Tendremos que esperar a que pase esta ola”, pero sugiere que los viajes internacionales podrían recuperarse aún más el año que viene, continuó el experto, que pronosticó que los precios de los principales referentes del crudo, el Brent y el WTI, se situarán en una media de $us 85 por barril en 2022, con un riesgo al alza de entre $us 5 y 10.

Además, según él, hay dos escenarios que podrían llevar estos precios más allá de los $us 100. El primero es la inflación generalizada. "Hay inflación en todos los demás lugares de la economía, y finalmente hay inflación en los servicios petroleros”.

Así, es probable que los costes de extracción aumenten a medida que las empresas bombeen más, lo que inevitablemente podría reflejarse en los precios al consumidor.

El segundo escenario es estructural. Es posible, según Damien Courvalin, que "la oferta de petróleo no sea capaz de satisfacer la demanda una vez que las economías mundiales se hayan recuperado completamente de la pandemia", asegura. Ante este desequilibrio, los precios podrían alcanzar los $us 110 por barril, argumenta.

Un desequilibrio estructural de la oferta y demanda, con precios tan altos podrían tener como consecuencias una reactivación de la extracción del crudo por fracking (caro y más contaminante que el típico pozo), incluso a pesar de su impacto ecológico muy negativo, pero rentable con precios altos.

A nivel del automovilista, si esos precios altos se mantienen, éstos favorecerían la demanda de coches electrificados, tanto híbridos enchufables como eléctricos.

Goldman Sachs: El petróleo podría alcanzar hasta $us 110 el barril de Brent en 2023