viernes. 19.04.2024

En la reactivación posterior al Covid-19, la industria automotriz se ha convertido en uno de los principales impulsores del crecimiento de la economía en Latinoamérica, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) esperada del 5% en el período 2021-2026. Existe una demanda de exportación masiva ya que la región se ha convertido en una alternativa viable para operaciones de nearshoring para sus mercados vecinos. Al ser un punto de acceso para inversores potenciales a nivel mundial, se espera que la industria se recupere con buenos números en el próximo trimestre.

De acuerdo con un reporte de Maersk, si bien el alto costo, la infraestructura de carga limitada y la ansiedad por el alcance han impedido que los consumidores adopten vehículos eléctricos, las políticas gubernamentales, como las exenciones de impuestos y las restricciones de movimiento en los vehículos que funcionan con gasolina en las principales ciudades, tendrán un efecto de gran alcance. Ciertos mercados como México y Chile muestran potencial para una adopción más rápida de vehículos personales, mientras que Brasil ya ha avanzado hacia la adopción de vehículos eléctricos en los vehículos comerciales de transporte de pasajeros y mercancías.

Transición de combustible a 'carga eléctrica

América Latina está al borde de la transición de su sector de transporte a vehículos eléctricos. Tiene a favor:

  • Una de las matrices eléctricas más limpias del mundo
  • 60% de capacidad instalada procedente de renovables (superior a la media mundial)
  • La flota de automóviles de más rápido crecimiento en el mundo
  • El crecimiento esperado de la flota de automóviles alcanzará los 200 millones para 2050

Los vehículos eléctricos híbridos (HEV) y los vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV) han mostrado un gran crecimiento, abordando las preocupaciones sobre la infraestructura de carga eléctrica limitada en la región. Los consumidores prefieren tener tanto las opciones de combustible como de energía eléctrica, lo que les brinda un mayor grado de kilometraje y autonomía en comparación con los vehículos eléctricos de batería (BEV) tradicionales.

Según un estudio de la consultora internacional Frost & Sullivan, se prevé comercializar alrededor de 114.700 HEV en toda la región, lo que representa una tasa de crecimiento interanual del 26%. Mientras tanto, se espera que las ventas de PHEV superen las 20 300 unidades (+36% CAGR) para 2025 y las de BEV deberían superar las 23 300 unidades (+50 % CAGR).

Para 2025, se espera que las ventas de HEV y BEV en los nueve mercados emergentes de movilidad eléctrica de América Latina, es decir, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Paraguay aumenten a más de 158.300 unidades, un aumento de más de 30 % a partir de 2018.

Desafíos para los fabricantes

La producción de cualquier clase de vehículos eléctricos requiere una cadena de suministro sólida para piezas y componentes que pueden superar la interrupción de la cadena de suministro, las regulaciones de almacenamiento y transporte, los cambios en las políticas gubernamentales, etc, informó el portal web de Mundo Marítimo de Chile.

John Carmichael, director global de la vertical automotriz de Maersk señala que "tal y como se está desarrollando el escenario actual, existe una mayor voluntad de colaboración entre los OEM, incluso en las cadenas de suministro de producción. Hemos discutido con algunos OEM si tendría sentido colaborar y tener almacenes de baterías para varios clientes en lugar de un único almacén para clientes. Debido a la presión de los costos y la necesidad de inversión, todos estamos muy abiertos a ese debate".

Cambios regulatorios

México es un proveedor potencial con producción de salida a los EE.UU. en virtud del acuerdo NAFTA. El país también ofrece incentivos como la exención del impuesto federal a los automóviles nuevos (ISAN) para los propietarios de vehículos híbridos eléctricos y de hidrógeno. Estos incentivos han impulsado el mercado de vehículos eléctricos e híbridos. Un claro indicio de ello es que en 2019 los vehículos eléctricos e híbridos de enero a septiembre presentan un total de 955.393 unidades compuestas íntegramente por híbridos.

Brasil tendrá inversiones enfocadas en el desarrollo de vehículos eléctricos en el sector de transporte público y bienes con grandes oportunidades para tecnologías como los híbridos flexibles con uno de los mercados más grandes para el consumo interno.

Desde 2018, Colombia cuenta con un marco regulatorio para promover los vehículos eléctricos, con diversas leyes que reducen impuestos y eliminan restricciones al tránsito, como es el caso de los autos convencionales. Pretenden tener 600.000 vehículos eléctricos en las carreteras colombianas para 2030.

Chile cuenta con una Estrategia Nacional de Electromovilidad desde 2016, que apunta a electrificar el 40% de la flota privada para 2050. El gobierno espera que su flota pública, privada y comercial de vehículos eléctricos alcance los 5 millones a mediados de siglo. Si se logra, se estima que esto reducirá las emisiones de CO2 en 11 millones de toneladas por año.

Los mercados clave como Chile, México y Brasil se verán afectados por la agenda de sustentabilidad global. Desde una perspectiva regulatoria, por el lado de la producción, los aspectos de almacenamiento, seguridad y manejo estarán influenciados por los lobbies de ensamblaje automotriz en cada país, que son muy grandes en México y Brasil. La falta de un marco sólido que respalde la línea de ensamblaje resultará en un obstáculo importante en el desarrollo futuro del sector del automóvil en estos países, indicó el reporte.

Maersk: El futuro del mercado de los automóviles eléctricos en Latinoamérica