viernes. 19.04.2024

Los bolivianos llevan más de una década escuchando que el país va en camino a convertirse en la capital mundial del litio.

En 2018, el expresidente Evo Morales, anunció que la era de la industrialización arrancaba en Bolivia y, por ende, el país le pondría precio a este metal para todo el mundo.

Sin embargo, el despegue no se llegó a producir durante su largo mandato.

De acuerdo con el informe de la consultora Torino Economics denominado “Litio: ¿la tierra prometida?, el factor político ha sido fundamental para que este tipo de proyectos queden sin despegar.

En el momento en que el actual presidente, Luis Arce Catacora, era candidato, llegó a denunciar que el litio boliviano estaba en peligro, ya que, a su juicio, el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez tenía intenciones de privatizarlo.

Por lo que una de las promesas de Arce, según el informe, se centró en terminar los pasos propuestos por Morales para la industrialización del recurso, y generarle al país hasta $us 4.500 millones por año en la explotación del mineral.

La consultora indica que, de generarse este monto, representaría cerca al 11% del Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia. “Una cifra nada despreciable si se tiene en cuenta el contexto actual de pandemia (…).

Sin embargo, para poder obtener estas cifras, el país necesita una fuerte inversión extranjera que potencie el sector minero”, señala el estudio.

Para lograr un aporte de esta envergadura, Torino Economics dijo que Bolivia tiene que mirar fuentes extranjeras y esto no representa una tarea sencilla, ya que, se debe garantizar una alta rentabilidad.

Recurrir a la inversión extranjera no es una tarea sencilla, son pocas las empresas que tienen la experiencia y el know how necesario para llevar adelante proyectos exitosos de explotación de litio y, según Torino Economics, las mismas exigen “una alta rentabilidad” para que acepten trabajar en un determinado país.

Según la perspectiva de Torino Economics, uno de los mayores desafíos de Bolivia es la aspiración de incorporar al litio dentro de su matriz energética y diversificar sus ingresos fiscales a través de su explotación, industrialización y comercialización, es la brecha tecnológica, que hace imperativo el incremento de la capacidad técnica del país, y así capitalizar el significativo potencial de producción de este recurso.

¿Acuerdos regionales?

Para la consultora, Argentina, Bolivia y Chile deben enfrentar distintos retos que van desde conseguir una alta especialización, sobrellevar el factor geográfico, hasta ofrecer elevados incentivos que logren atraer inversionistas extranjeros.

“A pesar de que en la región se concentra el famoso triángulo del litio, la fabricación de baterías requiere un alto nivel de especialización tecnológica, que no se puede crear fácilmente.

Si bien el producto de partida es la extracción del metal, el paso siguiente es su procesamiento para obtener químicos. De allí en adelante la cadena de producción para generar baterías se complica”, explicó la consultora.

Si el litio es el futuro, es posible que los países que lo estén explotando vean una expansión en sus ingresos de forma sustancial.

Bolivia no avanza "a paso firme" en este tema

JUAN-CARLOS-ZULETA-EXPERTO

Juan Carlos Zuleta, experto en energías.

"Bolivia no está avanzando en la industrialización del litio por diferentes motivos relacionados a la tecnología, experiencia y la falta de políticas. Bolivia no tiene experiencia en la producción de evaporíticos, para esto se necesita conocimientos más especializados"

La mayor reserva de litio, no despega