miércoles. 24.04.2024

La recuperación económica de América Latina enfrenta una ruta cuesta arriba en el 2022, en tanto que la inflación, que se ha acelerado en los países de la región, golpeará el ánimo de los consumidores afectados también por tasas de interés más altas y la incertidumbre por el rumbo de la enfermedad del nuevo coronavirus (Covid-19), de acuerdo con expertos.

El director para América Latina de la firma Moody's Analytics, Alfredo Coutiño, dijo que un elemento negativo de la inflación elevada en la región es que forzará a los bancos centrales a elevar las tasas de interés por encima de su nivel neutral.

"Lo que quiere decir que existe una alta probabilidad de que las condiciones monetarias en América Latina se hagan restrictivas para la actividad económica y eso por supuesto tiene un costo en el crecimiento de las economías latinoamericanas", indicó el experto.

De acuerdo con Coutiño, las entidades monetarias latinoamericanas reaccionaron tarde o con timidez a la aceleración que gradualmente vieron los precios en el transcurso del 2021, tras las afectaciones a las cadenas globales de valor generadas por la Covid-19.

Aun con la evidencia de una inflación "galopante", los institutos centrales esperaron a actuar bajo el argumento de que el fenómeno sería "transitorio", agregó el directivo del brazo analítico de la calificadora Moody's Investors Service.

"Y eso llevó a que se generara un proceso de deterioro en la formación de precios, sobre todo en los verdaderos formadores de precios que son los productores", apuntó el experto.

Tras haber alcanzado niveles de inflación históricamente bajos durante 2020, las economías de América Latina y el Caribe experimentaron en el 2021 una aceleración en los indicadores, a un ritmo no visto en varios años, según informó el portal chino Xinhua.

Brasil, la mayor economía de la región, vio en el 2021 una inflación del 10,06%, su mayor nivel desde el 2015; en tanto que México, la segunda mayor economía, cerró el año pasado con una aceleración en los precios del 7,36%, la más alta en más de dos décadas.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) apuntó en enero que la inflación aumentó en 30 economías de la región con respecto a las tasas observadas en igual periodo de 2020, con los mayores incrementos en el sur.

El incremento de los precios de la energía y de los alimentos en los mercados internacionales, así como el aumento de la inflación a nivel mundial, también han contribuido a impulsar un alza de la inflación en las economías de América Latina y el Caribe, según la Cepal.

Coutiño recordó que esta aceleración deriva también en un deterioro del poder adquisitivo de los compradores, lo que a la vez genera un menor consumo, un componente importante en el gasto agregado de la economía.

"Si hay menos consumo, las empresas tendrán que producir menos, pues se están acumulando inventarios, lo que implica un efecto negativo sobre la actividad económica también", añadió el experto.

La Cepal revisó a la baja sus previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para la región, a un 2,1% desde el 2,9%, al citar un debilitamiento a nivel mundial, la pérdida del poder adquisitivo y la incertidumbre en torno a la Covid-19.

En este contexto, Coutiño dijo que la relación comercial de América Latina con China también vio afectaciones en el 2021, tanto por la interrupción de las cadenas de producción como por la inflación global.

"Ese problema generado por la pandemia en las cadenas de producción, en las cadenas de distribución también contribuyó al proceso inflacionario", explicó.

"Fue un resultado de la pandemia, que a final le vino a inyectar más combustible a la inflación latinoamericana", indicó.

Por su parte, el director de Inversiones y Vicepresidente de la firma Franklin Templeton, Ramsé Gutiérrez, señaló que la inflación es un tema muy sensible porque afecta más a las clases económicamente menos favorecidas, generando desde mayores restricciones de consumo hasta "trampas de pobreza" en las que se hereda la pobreza a las siguientes generaciones.

"Aún más, las economías latinoamericanas, que en su mayoría y con especial énfasis en México no se han terminado de recuperar de la crisis por la pandemia, el ciudadano promedio esta entre la espada y la pared con ingresos menores por la recuperación económica incompleta y gastos mayores por la inflación", dijo el experto.

Gutiérrez consideró que el estrés en las cadenas globales de suministro ha sido "mayúsculo", generando más costos para los productores, lo cual ha provocado una mayor inflación en bienes nuevos y usados.

En la medida en la que la pandemia deje de ser una emergencia, las cadenas de suministro deberían regularizarse en un periodo de hasta 12 meses, por lo que deberían empezar a ayudar a paliar la inflación durante 2022, de acuerdo con sus proyecciones.

La calificadora Fitch indicó a medianos de enero que la alta inflación sigue siendo el riesgo macroeconómico clave en América Latina y el Caribe.

"Los aumentos de las tasas internas, así como las condiciones de financiamiento externo más estrictas, podrían frenar la recuperación", alertó.

"Las cicatrices de la pandemia también podrían reducir el crecimiento potencial a mediano plazo", agregó. 

Moody's: crecimiento económico de América Latina estará en jaque en 2022 por mayor...