Oruro celebra el 241 aniversario departamental con el desafío de revertir las cifras negativas, diversificar su economía y desarrollar la actividad que le permita fortalecer su actividad productiva. Las cifras son auspiciosas. A pesar de la caída del PIB regional en 2020, las exportaciones del año pasado ( $us574 millones) duplicaron las de la gestión pasada, se situaron en un nivel superior al promedio del período 2006-2019 ($us436 millones) y casi triplican el promedio del periodo 1992-2005 ($us211 millones).
Lo mejor de todo es que las exportaciones de la industria manufacturera de Oruro generaron casi el 60% de estas ventas seguidas dejando en segundo lugar a la actividad minera y con una industria agropecuaria boyante (donde la quinua es protagonista) que logró generar cerca del 10% de las ventas externas del departamento.
Las cifras oficiales dan cuenta de que en 2021 Oruro vendió fuera de nuestras fronteras productos y materia prima por un valor de $us574 millones; de esta cifra $us341 corresponde a la industria manufacturera (la industria del cemento fue actor dinámico) y $us56 millones a la agropecuaria.
El desempeño exportador de 2021 es notable porque se acercó a los niveles más altos de las últimas tres décadas registrados en 2011 cuando se logró $us608 millones y 2014 cuando se lograron ventas por $us 593 millones, según los datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Economía en recuperación
Este comportamiento atenúa la drástica caída del Producto Interno Bruto (PIB) que en 2020 y como consecuencia de la pandemia de coronavirus, se desplomó en 19,1%. Con este resultado, la participación del PIB de Oruro en el PIB nacional se mantiene en el séptimo escalón antes de Beni y Pando y después de Potosí desde 2013. Cabe recalcar que antes de 2002, el PIB de Oruro se situaba en el cuarto escalón de aporte al PIB nacional (6,2%) por encima de Potosí (5,0%), Chuquisaca (5,8%) y Tarija (5%).
Aunque prácticamente todas las actividades económicas experimentaron caídas, es notable la participación de cada una de ellas en el PIB regional. La administración pública, que lidera la participación en el PIB regional con 27,4%, y la minería con 20,7% son las dos actividades que generan casi la mitad del Producto orureño; el transporte (9,6%), el sistema financiero (7,2%), la industria manufacturera (6,8%) y la agropecuaria (6,3%) generan casi el 30% del PIB regional.
No se puede dejar de lado el impulso de la quinua que tiene gran demanda en los mercados internacionales por su rico contenido en proteínas, minerales, vitaminas y fibras, entre otros, la convierten en un súper alimento. La producción de diversas variedades del grano de oro en los municipios orureños cobro impulso con la generación de sociedades comunales y las alianzas entre los productores locales y otras instancias privadas y del gobierno central. La más reciente contribución es la construcción de la planta procesadora de quinua en el municipio de Soracachi que permitirá avanzar en la industrailización del grano.
Sin duda otra actividad que este año vuelve a realizarse a pesar del escenario de pandemia e coronavirus que afecta al país, es el tradicional carnaval que tiene un impacto multiplicador en otras actividades y el turismo interno y externo.
Comercio
De acuerdo con las cifras del INE del total de la población de Oruro a 2021 (367.034 personas), 167.292 eran la Población Económicamente Activa (PEA) y 157.316 era la Población Ocupada (PO).
Del total de la población, más de un cuarto (27,2%) estaba dedicado al comercio y el 12,2% al transporte y almacenamiento; la tercer actividad económica con mayor concentración laboral era la construcción (10,7%) y muy de cerca la manufactura (10%).
Más empresas
Los datos del MEFP señalan que la base empresarial del departamento experimento, en 2021, un crecimiento del 4% respecto de la gestión pasada y un 6% con relación a 2019.
Además, las 16.733 registradas en 2021 representan la cifra más alta de las últimas tres décadas.
