La explotación e industrialización del litio está en la mirada de todos los sectores influyentes del país, reveló el portavoz presidencial, Jorge Richter.
“Todos los sectores que tienen poder económico, poder político y poder financiero en Bolivia quieren participar de lo que ellos llaman ‘el negocio del litio’ y el negocio del litio solo tiene que beneficiar a alguien, que es a la sociedad boliviana”, afirmó.
De forma soberana, el Estado boliviano inició, en 2008, los trabajos de investigación y desarrollo de los salares y lagunas, y transitó a la producción de sales de alto valor.
La meta es alcanzar la industrialización con valor agregado, baterías de litio, que tiene una amplia demanda a escala global.
En la actualidad, seis empresas internacionales son consideradas para establecer negociaciones con Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para industrializarlo, con la Extracción Directa de Litio (EDL).
Bolivia apuesta por la EDL porque permite “optimizar y mejorar la producción en diferentes aspectos, ya sean medioambientales y en niveles de recuperación”.
El portavoz reveló en el programa “Fama, Poder y Ganas” que es posible que se elijan a las seis empresas y no solo a una, porque de lo que se trata es de seleccionar la mejor tecnología.
“Los sobres que se abrieron hace un tiempo atrás, sobre los cuales también alguien quiso instalar la polémica como si fueran losetas, la polémica en el tema del litio, ahí lo que estábamos hablando no era quién explotaba, sino qué tecnología nos proponían, creo que quedaron seis empresas, no es que íbamos a escoger a una en específico, también se pueden escoger las seis, esto lo va a señalar el ministro”, apuntó el portavoz.
En ese sentido, Richter enfatizó que el objetivo del Gobierno nacional es que el proyecto de industrialización se lo ejecute de manera soberana y no privatizarla “bajo ningún concepto”.
Así aludió a la postura que expresó el presidente el Estado, Luis Arce Catacora, en el 77 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) donde defendió la industrialización del litio para beneficio de los pueblos como “pilar fundamental para la transición energética” y rechazó “todo tipo de injerencia y afanes de desestabilización de la democracia” para controlar el mineral blanco.
Llamó la atención de la comunidad internacional en lo “manifestado por la Comandante del Comando Sur de Estados Unidos hace un par de meses” cuando afirmó que “el llamado ‘triángulo del litio’, ubicado en América del Sur, conformado por Bolivia, Argentina y Chile, se encuentra en la mira de Estados Unidos”.
Para Richter, la comandante del Comando Sur, Laura Richardson, expresó su preocupación “por lo que hace China” en el continente lo que evidencia que hay “una disputa geopolítica y geonómica” en torno al litio.
Incluso deslizó que el golpe de Estado de 2019 en Bolivia estuvo vinculado a esa disputa.
“Ése no es un dato menor, pero no le damos importancia porque un gobierno en nuestro país que tenga características de derecha o que facilite las lógicas neoliberales, pues inmediatamente va a direccionar esto (el litio) hacia la economía norteamericana, a las empresas de los americanos y va a privatizar el negocio, no se lo va a dejar al Estado”, advirtió.
