La inflación acumulada de Bolivia durante los primeros seis meses del año alcanzó una tasa del 1,6 %, posicionándose como el registro más bajo en Sudamérica y uno de los más bajos a nivel mundial, según el Banco Central de Bolivia.
El indicador de Bolivia contrasta con el registrado por algunas de las principales economías de la región como Brasil, donde la inflación interanual alcanzó un nivel de casi el 12% en junio; Estados Unidos cerca al 9%, Europa en torno al 10%, Colombia 8% y en Chile 8,5%, entre otros.
Las autoridades nacionales atribuyen la baja inflación a "un entorno de mayor certidumbre", o la confianza de la población en la moneda nacional.
Para el economista Gonzalo Chávez, la baja inflación de Bolivia se explica con tres factores fundamentales que resumimos a continuación.
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Tipo de cambio apreciado
El primer factor que incide en el poco aumento en el índice de precios, es que Bolivia tiene un tipo de cambio real apreciado que hace que los productos importados (por ejemplo, de Brasil o China), lleguen baratos. Esto hace que los precios internacionales ayuden a mantener una inflación baja. ¿Cuál es el costo de esta importación de inflación baja? Sin duda alguna la pérdida de reservas internacionales. “Mantener la inflación baja en Bolivia ha costado varios miles de millones de dólares. Las RIN estaban en $us 15 mil millones en 2014 y ahora en el orden de los $us 4.100 millones de dólares”, señaló Chávez.
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Inflación reprimida o grandes subsidios
La segunda explicación es que existe una inflación reprimida porque Bolivia tiene enormes subsidios a los hidrocarburos y a varios alimentos.
Para que el ciudadano pague la gasolina a 3,74bs y el diésel a 3,72bs por litro, el precio del petróleo en Bolivia es de $27 cuando el precio del barril en el mercado internacional se mantiene en torno a los $ 100; es decir, hay un subsidio de $73 por barril.
Lo mismo ocurre con la harina de trigo que es uno de los alimentos más importantes de la canasta familiar nacional. El quintal de harina estaba en Bs180 y subió a Bs 260 por problemas de producción. El gobierno compra harina especialmente de Argentina y la entrega a los panificadores a Bs148 por quintal.
“El problema de estos subsidios es que no son sostenibles. En tiempos como los actuales en los que hay problemas de ingreso, las cosas se complican para seguir pagando subsidios”, señaló.
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El crecimiento no es igual en todos los sectores
La tercera razón para entender la baja inflación en el país, es tener en cuenta que, aunque la economía boliviana si se recuperó en 2021 creciendo al 6%, lo hizo de manera muy desigual. Hay sectores de la economía nacional como minería, construcción, logística y transporte que crecen al 10, 15% o 20% pero, hay otros sectores como manufacturas, turismo, gastronomía, entre otros, que han crecido muy poco. “Es decir, estamos en una situación de desaceleración y los precios están reflejando esa caída en estos sectores”, dijo el economista.
