viernes. 29.03.2024

Hace dos semanas que Elon Musk se convirtió en dueño de Twitter. Prometia cuarvas, y las curvas han llegado. De hecho, quizás están siendo demasiadas.

 "El panorama económico que se avecina es desolador". Fue según Bloomberg el mensaje principal de Elon Musk a los empleados de Twitter en el primer correo electrónico en el que se dirigía a su plantilla. Según New York Times, la empresa está en números rojos y tiene un cash flow negativo de varios miles de millones de dólares, informó Xataka.com.

Planes a grandes rasgos. El objetivo es recortar gastos y comentó que la plantilla está sobredimensionada incluso después de sus polémicos despidos de los pasados dias. Los que se han quedado, explicaban en Bloomberg, deberán volver a la oficina y trabajar allí al menos 40 horas a la semana.

Para lograr crecer, advirtió, necesitaban depender menos de la publicidad (90% de los ingresos) e impulsar las suscripciones ya lo están intentando con la nueva y polémica sucripción de Twitter Blue  que antes costaba 3 dólares y ahora cuesta 8 para que supongan el 50% de esos ingresos. No solo eso, explicó. "La prioridad absoluta es encontrar y suspender cualquier bot, troll o spam".

Twitter Bank. En el mensaje de ayer a sus empleados, Musk habló de un nuevo proyecto: convertir a Twitter en una especie de banco. Según sus comentarios, cada usuario verificado (parece que solo ellos) tendría un balance con el que podría enviar dinero a cualquier parte del sistema.

Eso plantea opciones como la de dar propinas a otros usuarios o pagar por vídeos en el teórico muro de pago  que prepara la plataforma. Hay escollos operativos, legales y regulatorios importantes, pero este podría ser el primer gran paso de esa  superapp llamda "X" estilo WebChat de  la que Musk lleva tiempo hablando.

Sin responsables de su seguridad. Como indican en el NYT, Lea Kissner que lo confirmó  oficialmente, Damien Jieran y Marienne Fogarty dimitieron el miércoles. Los tres eran los grandes responsables de la seguridad, la privacidad y el cumplimiento de la normativa en Twitter, y esas bajas han dejado a la empresa con un agujero enorme en un área especialmente preocupante y que le podría salir muy (pero que muy) cara a Twitter.

Las prisas son malas consejeras. Sin embargo, desde que llegó a Twitter Musk ha querido hacer cambios rápidos en las características del servicio. En el citado mensaje interno en Slack contaba además cómo los ingenieros de la compañía podrían acabar siendo forzados a "autocertificar" sus proyectos en materia de privacidad para que esas nuevas características fueran lanzadas sin cumplir parcial o totalmente con los requisitos de la FTC.

"Elon ha demostrado que sólo le importa recuperar las pérdidas que está teniendo como consecuencia de no salir de su obligación vinculante de comprar Twitter". Eso plantea riesgos legales y profesionales notables para los ingenieros, explicaba el empleado.

Musk, con el desafío de sacar a Twitter de su escenario económico "desolador"