Messi abandona el FC Barcelona. El club azulgrana ha confirmado oficialmente en la tarde de este jueves que el jugador argentino, su estandarte en los últimos 15 años, no rubricará un nuevo contrato con la entidad tras unas negociaciones que se han alargado durante meses.
Según el comunicado hecho público hoy, la entidad que preside Joan Laporta afirma que las partes habían llegado a un acuerdo "con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy". Algo que "no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)". Es decir, el FC Barcelona atribuye al límite salarial impuesto por la patronal la salida de Messi del club, pese a que su inscripción podría realizarse todavía durante este mes.
El propio Laporta insistía en los últimos días que las negociaciones con el argentino progresaban "adecuadamente", aunque también pidió más "flexibilidad" a LaLiga para poder inscribir al astro. Mientras, los intentos del club de aliviar su elevada carga salarial han fracasado, al menos hasta ahora, y la situación amenazaba con no poder inscribir a los jugadores fichados este verano.
"Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del club".
La dramática situación financiera del FC Barcelona, provocada por el derrumbe de ingresos derivado de la pandemia pero también por un modelo de gestión que destinaba una parte mayoritaria de los ingresos al pago de salarios de los futbolistas, dejaba con muy poco margen al club si no conseguía dar salida a algunos de ellos. Esto hizo, por ejemplo, que el contrato de Messi expirara el pasado 30 de junio, y desde entonces se encontrara formalmente sin equipo.
Según informó El Mundo en enero, el contrato que vinculaba a Messi con el FC Barcelona y que expiró en junio ascendía a 555,2 millones de euros brutos, repartidos entre cuatro temporadas. Es decir, 138 millones brutos al año, unos 75 millones netos. Según se informó en las últimas semanas, Messi habría aceptado reducirse la ficha un 50% para poder encajar en el ajustado margen salarial del club. Este manejó opciones como un contrato de hasta 10 años, en el que repartir su retribución pese a que dentro de ese plazo se retirara del fútbol, algo que LaLiga no aceptaba.
