martes. 23.04.2024

Inversión pública, un optimismo que se agota

Luis Fernando Romero Torrejón, Presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija

Recientemente, se dio a conocer los datos oficiales de la inversión pública en nuestro país, donde se evidenció lo que se esperaba, respecto a la dificultad de cumplir con la meta planificada en el PGE 2022; la gestión pasada, la “inversión pública ejecutada” fue de $us. 2.634 millones, lo que representa apenas un 52,5% de lo presupuestado, $us. 5.015 millones para el año pasado. El 2021 hubo una ejecución del 66% de los $us. 4.011 millones, la tendencia nacional es menos inversión y menor ejecución.

De hecho, debe tomarse en cuenta que esta baja inversión publica ejecutada no solo es del gobierno nacional, sino también de los gobiernos departamentales y municipales, principalmente; de los 2.634 millones de dólares de la inversión pública realizada el 2022, el 76% corresponde a la administración central, un 8% de la administración departamental y un 14% de la administración local.

Se observa una mayor participación del total ejecutado por parte del gobierno nacional y sus entidades dependientes, lo que responde también a su mayor participación en el presupuesto consolidado de la nación tanto en ingresos y gastos; las entidades que más destacaron el 2022 fueron la ABC y ENDE con una inversión pública ejecutada de $us. 533 y 195 millones de dólares respectivamente.

Sin embargo, existieron también empresas estatales, ministerios, entidades descentralizadas y otras que su nivel de su ejecución presupuestaria estuvo por debajo del promedio y más en términos de inversión pública ejecutada; por ejemplo el Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural apenas tuvo una ejecución presupuestaria del 10%, según datos del SIGEP, siendo que este, por su cartera, debería tener una cifra mas elevada ya que es fundamental para la dinamización de la economía y sus sectores productivos.

Analizando más a detalle, según los datos proporcionados el Ministerio de Planificación del Desarrollo, los gobiernos departamentales tuvieron una baja ejecución en inversión pública, siendo el mejor el de Potosí con un 55% y el más bajo fue Pando con 3,7%; sumando toda la inversión ejecutada por los mismos el 2022 llegó a un monto aproximado de $us. 205 millones.

En cambio, observando los datos de gobiernos municipales de ciudades capitales, incluido El Alto, la situación es mas negativa, el mejor fue Santa Cruz con un 46,5%, el mas bajo fue el municipio de Cobija con 3,5% de ejecución en inversión pública.

De manera general se puede concluir que la inversión pública nacional ejecutada el 2022 fue baja, entre las principales razones, recursos económicos limitados y fuentes de financiamiento con restricciones, tanto internas como externas, tampoco ayudo el contexto externo e interno, ni menos una burocracia estatal marcada, inclusive el factor político tuvo que ver, todo esto también fue afectado por desembolsos tardíos o inoportunos sobre todo para gobernaciones y municipios, sumando a todo lo anterior una inadecuada gestión publica en todos los niveles de gobierno tampoco ayudo mucho a impulsar este indicador ni la economía del país.

Sin embargo, este fenómeno de la caída de la inversión pública no es algo de ayer, ni tampoco casualidad, el 2014 se tuvo una ejecución del 99,7%, pero año tras año se ejecutaba menos pero también se destinaba menos recursos a inversión publica de manera efectiva, quedando una brecha clara entre lo proyectado y lo ejecutado. El año 2016 se tuvo un récord de inversión publica ejecutad de $us. 5065 millones de dólares, pero desde hace año hasta el 2022 la misma descendió en un 48%.

Lo que nos debe llamar la atención, es que este 2023 se ha presupuestado un 20% menos de recursos de inversión pública en comparación con el 2022, lo cual, si bien va a aminorar el déficit fiscal para esta gestión, también limita las posibilidades de un crecimiento económico, mas aun considerando que este modelo económico se basa en el gasto e inversión pública para dinamizar la demanda interna y consecuentemente tener un mayor crecimiento económico nacional. ¿Por qué ocurrió esto? Ya se explicó algo líneas arriba, pero seria importante conocer la opinión del gobierno nacional respecto a su reajuste en sus políticas económicas para este 2023.

¿Qué debemos hacer? Todos los niveles de gobierno y entidades públicas, más que nunca, ahora deber ser optimizadoras de su inversión, ya que no solo es un hecho que habrá menos recursos para inversión pública, sino que también la ejecución presenta una tendencia a bajar, pero hay que sumar que el financiamiento no está totalmente garantizado y que este año existe mucha incertidumbre en la economía mundial lo cual puede modificar drásticamente el presupuesto público.

Es ahí donde se tiene que intervenir, es decir, se debe hacer los reajustes presupuestarios necesarios para llevar recursos a inversión pública, pero a la que sea productiva y no a la que solo genere un gasto, no es lo mismo construir un estadio a un sistema de riego cuando la necesidad de una población son ingresos y empleos. Se debe reorientar y utilizar los fondos públicos en programas, proyectos y obras de alto impacto económico que generen efectos multiplicadores positivos en los habitantes de cada región; a pesar de que no tengamos un crecimiento económico optimo, hay posibilidades de mejorar el nivel de vida en la población si es que usamos sabiamente nuestra “inversión pública.”

Nota: El análisis u opinión en el presente artículo es de carácter personal basado en fuentes oficiales

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