La mujer constantemente está pensando en un mejor futuro, esto hace que cada una de nosotras seamos más persistentes en lograr lo que nos proponemos y seamos decididas a alcanzar nuestras metas. Para ello, es importante apoyarnos entre todas y así mejorar la salud, educación, economía de nuestro país y así incentivar la creación de nuevos emprendimientos y negocios.
A lo largo de la historia existieron acontecimientos que cambiaron la sociedad para siempre, como las grandes guerras y las grandes crisis, y hoy, la pandemia por el COVID ha impulsado y exaltado la importancia de la mujer en la vida empresarial y laboral, ha despertado el espíritu emprendedor y vemos nuevos negocios que han surgido a consecuencia de esta pandemia.
A pesar de la actual crisis global, Bolivia sigue siendo un país de microempresas y pymes, ya que más del 95% de las empresas son micropymes. Este dato, junto a otros, fueron validados en el estudio de Juventud Empresa publicado en junio de este año. La gran importancia de las pymes para Bolivia es la razón por la cual realizamos, junto a otras organizaciones, el proyecto de Ley de Emprendimiento presentado en febrero al actual Gobierno.
Veo cómo a pesar de todo lo vivido en el país, muchas empresas siguen luchando por sobrevivir, demostrándonos la capacidad de resiliencia de nuestra gente y mostrándonos el camino a seguir, un camino para la nueva economía de un país que depende de su gente trabajadora y visionaria. Debemos impulsar los emprendimientos y apoyar al que se arriesga en estos tiempos.
Es por esto que quiero contarles cuatro datos muy importantes:
- La participación de la mujer en el ámbito laboral en Bolivia es del 46%.
- El 80% de las empresas (pequeñas, medianas y grandes) en Bolivia están dirigidas o comandadas por hombres.
- Pero también cabe destacar que el 95% de las empresas en Bolivia son microempresas y pymes.
- Y de las cuales el 70% de las mipymes son de lideradas por mujeres (comercios en su gran mayoría).
Las mipymes están predominantemente en el sector de comercio y servicios generando poco valor agregado.
La pandemia nos impulsó a ser creativos y darnos medios para subsistir sin los llamados tradicionales a los que estábamos acostumbrados. Por ello, en adelante debemos fomentar el empleo de alta calidad, la formalidad y basarnos en un modelo económico resiliente, enfocado en empresas de servicios. Estas son mucho más rentables, tiene un impacto positivo en nuestro medioambiente y en el desarrollo de nuestra sociedad.
Por medio de cuatro industrias claves, Bolivia puede ser un país competitivo a nivel mundial.
- Enfocándonos en la CIENCIA,
- En la TECNOLOGÍA,
- En las FINANZAS, principalmente por medio de fondos de inversión y las startups fintech,
- Y en LOGÍSTICA, aprovechando nuestra posición y ventaja geográfica.
Para una reactivación económica del país debemos participar tanto el sector privado y como el público, una participación sólida y que esté en constante movimiento.
Es muy grato ver el interés hacia la búsqueda de la equidad en nuestra sociedad, impulsando a que exista justicia dentro de la igualdad, a que existan las mismas oportunidades.
En el sector público, los gobiernos nacional, departamentales y municipales deben impulsar la meritocracia y la tecnocracia en sus gestiones. Y como base es necesario que se empiece a regular y mejorar las condiciones para las empresas y micropymes. El Gobierno no tiene por qué generar empleos (tarea que cumple el sector privado), sino debe enfocarse solo dar condiciones para que el pueblo pueda emprender.
Actualmente, hay más mujeres empresarias y es un efecto que va en acenso, pero también se mantiene fuerte el pensamiento de que sigue siendo la mujer la responsable de la crianza, educación de hijos y tareas del hogar.
TODAS somos capaces de lograrlo, simplemente debemos animarnos y participar.
Muchas veces este rol está impuesto por la sociedad y es la misma sociedad la que todavía entiende o da por entendido que es el hombre quien debe encargarse de la parte económica y la mujer de los hijos. Y en la práctica esto no sucede ya que tanto mujeres como hombres aportamos a la economía del hogar. En la medida en que vayamos rompiendo estos esquemas es que vamos a poder ir avanzando.
Lo que sí considero que está pasando es que las generaciones de jóvenes vivimos y trabajamos con una nueva mentalidad; falta todavía un cambio mayor, pero está pasando por este cambio de mentalidad con un mayor optimismo, interés, mayor motivación y poco a poco estamos viendo más acción en la mujer en el ámbito laboral.
No esperemos que haya una ley que exija que ocupemos un lugar en la política o en lo empresarial, vamos más allá, hagamos acciones que demuestren la capacidad que tenemos de liderar.
Fuentes:
- Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) - dato que probablemente incremente o ya ha incrementado.
- Captura Consulting.
- Ministerio de Economía