El valor estimado y referencial del contrabando en Bolivia, de acuerdo a estudios de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), alcanzó en 2022 a $us 3.331 millones, es decir, tres veces mayor al valor calculado hace 23 años atrás. En 1999 el contrabando alcanzó a cerca de $us 1.000 millones.
Año tras año el contrabando va en ascenso, así para 2013 las estimaciones indicaron que trepó a la cifra de 2.319 millones y para 2020 a $us 2.963 millones.
En 2022 el contrabando representó el 7,96% del PIB o total de la oferta de bienes y servicios que produce la economía boliviana en un año.
La evasión fiscal del contrabando por concepto de IVA importaciones y Gravamen Arancelario se estima que en 2022 llegó a $us 930 millones equivalente a más de 15 hospitales de tercer nivel o centros de salud con la mayoría de las especialidades médicas, tratamiento de enfermedades oncológicas, virales, entre otras. El tercer nivel de complejidad en los hospitales se refiere a establecimientos que realizan prestaciones médicas y quirúrgicas con presencia de subespecialidades, que se caracterizan por un uso intensivo de recursos humanos y equipamientos, con la realización de procedimientos complejos y uso de alta tecnología.
La evasión fiscal del contrabando de $us 930 millones equivale, a su vez, a la no generación de más de 210 mil empleos formales anuales con retribución de 12 salarios mínimos nacionales (más aguinaldo) con las consiguientes prestaciones sociales de corto plazo (salud) y largo plazo (jubilación). En Bolivia anualmente salen al mercado laboral en torno a 150 mil nuevos demandantes de empleo y una parte sustantiva corresponden a profesionales y egresados de los centros académicos. El contrabando resta mercado laboral a los trabajadores bolivianos emergentes del sistema educativo.
El contrabando, impulsado en los últimos semestres por la devaluación cambiaria de los países vecinos, en particular de Argentina y Chile, genera un proceso de desindustrialización del Hecho en Bolivia. El contrabando desincentiva la inversión, producción, generación de empleo formal y aportes tributarios al Estado.
La actividad ilícita del contrabando que ingresa por los más de 6.834 kilómetros lineales de fronteras de Bolivia con Brasil, Argentina, Perú, Paraguay y Chile, se realiza a través del contrabando hormiga, contrabando camuflado en unidades de transporte y contrabando organizado y otras formas de ingreso ilegal de mercaderías al país.
Las cuatro formas de organización económica que reconoce la Constitución Política del Estado Plurinacional son afectadas por el contrabando: Entidades económicas comunitarias, cooperativas, privadas y públicas. Desde la producción del pequeño agricultor de papa o cebolla en las regiones andinas y del valle o del productor de vid en Tarija hasta la producción de oleaginosas a gran escala de los productores cooperativistas en Santa Cruz y las medianas y grandes empresas industriales en Cochabamba, Chuquisaca, Oruro y La Paz son afectadas. Sectores como bebidas, alimentos, fármacos, textiles, plásticos, etc. son impactados con mayor rigor económico por el ingreso ilegal de productos del contrabando.
El contrabando desindustrializa y no contribuye al desarrollo de Bolivia.