Amelia Solórzano, Gerente General de Patra, es un ejemplo de que los anhelos se pueden ir tejiendo con mucho esfuerzo y perseverancia. “El origen de mi emprendimiento fueron mis hijos”, señala la empresaria, quien ahora apunta a que sean ellos quienes vayan tomando las riendas del negocio.
"El Premio Maya es uno de los reconocimientos más importantes del país. Para nosotros, fue una alegría, una satisfacción, y a la vez un impulso y ganas de seguir haciendo bien las cosas", expresó la fundadora de la empresa familiar que lleva 28 años en el mercado.