“Hoy en día el rendimiento de producción de maíz en Bolivia está en el orden de 3 toneladas por hectárea (ha) y con el uso de biotecnología se puede alcanzar una producción de 6 ton/ha”, está es una de las principales conclusiones del estudio presentado por las facultades de Ciencias Agrícolas y de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma Gabriela René Moreno (UAGRM).
El informe sobre el uso de organismos genéticamente modificados (OGM) en los cultivos de Bolivia, principalmente el maíz, se realizó comparando la producción de actualmente tienen cuatro países vecinos (Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay) donde se aplica esta biotecnología.
“Con los promedios estimados en esos cuatro países vemos que podemos llegar a un rendimiento de 6 ton/ha. Incluso alcanzar las 8 o 9 hectáreas como en Estados Unidos o el mismo Uruguay”, dijo José Luis Llanos, decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas.
El informe también señala que los productores de maíz de Bolivia pierden aproximadamente $us 400 millones anuales al aumentar sus costos empleando más pesticidas para sus cultivos y al obtener un menor rendimiento por hectárea (ha), un impacto negativo que se eliminaría con el uso de biotecnología.
Una de las recomendaciones del estudio es la de trabajar en un proyecto de ley para los transgénicos. “El artículo 409 de la Constitución Política del Estado establece que no están prohibidos los transgénicos, sino que serán regulados por Ley. Bolivia es uno de los pocos países que no tiene una ley en biotecnología y este es el momento adecuado para hacerlo”, señaló Llanos.
Diferentes visiones sobre el mismo tema
Oscar Mario Justiniano, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), indicó que con las herramientas que ofrece la biotecnología al productor, Bolivia puede dar un salto cualitativo y proyectarse no solo al mercado interno, sino al mundo. “Podemos llegar a ser un jugador importante en la producción de alimentos”, dijo.
Los productores sostienen que Bolivia podría triplicar su producción anual de granos hasta 12 millones de toneladas.
En 2021, el decreto 4490 del presidente Luis Arce, dejó sin validez una ley que el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez aprobó en 2020, en plena pandemia, el mismo que autorizaba estudios sobre la viabilidad de varios cultivos transgénicos en productos como el maíz, la caña de azúcar, el trigo, el algodón y la soya que están destinados tanto al abastecimiento del consumo interno como para su exportación.
