jueves. 25.04.2024

Bolivia genera, diariamente, 7.002 toneladas de residuos y menos del 5% se recicla. Aproximadamente el 40% de los presupuestos de los municipios se utilizan en el servicios de limpieza y recolección de residuos, sin generar impacto positivo. El dato es provisto por Heiver Andrade, director Fundación Amigarse, a tiempo de explicar la necesidad de impulsar la economía circular. “Es aquí donde la Industria 4.0 podría jugar un rol principal, además de generar empleos verdes y dignos; acompañados de nuevas políticas públicas, de mecanismos innovadores a partir de la responsabilidad extendida del productor estipulada en la ley 755 (Residuos) y la promoción e incentivos por utilizar materia prima reciclada, energías alternativas, cosecha de agua, etc.”, señala.

La economía circular puede entenderse como un modelo de producción y consumo en el que se amplía el ciclo de los productos. En la práctica, implica reducir al mínimo los residuos: cuando un producto llega al final de su vida, sus materiales se mantienen dentro de la economía siempre que sea posible. En otras palabras, la salida se convierte en una entrada para una nueva salida, creando más valor. En contraste con la economía lineal actual, que se basa en un patrón de tomar-hacer-consumir-tirar, la economía circular implica compartir, arrendar, reutilizar, reparar, restaurar y reciclar materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible.      

       

La CAF resaltó durante la  27.ª Conferencia de las Partes de la CMNUCC (COP27) , realizado en Egipto las razones detrás de implementar una economía circular en todo el mundo.

1. La población mundial está creciendo rápidamente y, con ella, la demanda de materias primas. El suministro de estos materiales es limitado, y su extracción y uso están dañando el medio ambiente al mismo tiempo que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) (Parlamento Europeo, 2022).

2. Apuntar a una economía circular es financieramente inteligente. Una acción económica inmediata, aunque fundamental, requerirá una importante inversión y coordinación de la comunidad empresarial mundial, los gobiernos y el sector sin fines de lucro. Aún así, la inacción tiene un costo futuro mayor y los datos lo confirman (Deloitte, 2022).

3. Por último, pero no menos importante, la posibilidad de que el calentamiento global alcance los 3 °C para 2100 y, considerando las políticas existentes, el costo en vidas humanas será significativo. De hecho, las consecuencias asimétricas del cambio climático afectarán aún más a los más vulnerables, especialmente a las regiones del sur global como América Latina y el Caribe.

“Los países deben centrarse en una estrategia económica a largo plazo para mejorar sus condiciones de vida y al mismo tiempo disminuir las emisiones de GEI. Los países de América Latina y el Caribe, debido a su vulnerabilidad al cambio climático y sus limitados recursos para enfrentar las consecuencias negativas, necesitan trabajar en estrategias de economía circular para implementar en el corto plazo”, resalta un documento publicado en su portal.

CAF en la COP 27 - resalta economía circular para una América Latina y Caribe más verde