martes. 23.04.2024
  1. El Gobierno del presidente Luis Arce Catacora asegura que la economía se está recuperando gradualmente (5,3% entre enero y abril) tras un año de parálisis por la pandemia del Covid-19. ¿Cómo ven esta interpretación desde el sector de la construcción?

El año 2020 la economía cayó un -8,2% según datos del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, por lo que la recuperación alcanzada hasta el mes de abril está por debajo de la caída del año pasado.

Por lo tanto, lo que corresponde es hacer seguimiento a la evolución de los datos de la economía, tanto los macroeconómicos y microeconómicos, para garantizar que este repunte no sea sólo un efecto rebote que normalmente sigue a un descenso de magnitud, sino que responda al inicio de un nuevo período de crecimiento sostenido de la economía.

  1. Según los indicadores oficiales, la construcción muestra un crecimiento acumulado del 17,9%. ¿Qué fortalezas y qué debilidades observa en el sector de la construcción en este contexto?

Los datos del crecimiento acumulado de la construcción hasta el mes de abril de 2021 son positivos y alentadores, pero hay que colocarlos en contexto, considerando que de acuerdo a los datos del Producto Interno Bruto (PIB) del II Trimestre de 2020 (los más actuales disponibles), la construcción registró una caída del -50,95%.

Por lo tanto, es necesario hacer un seguimiento a la evolución de los datos de la actividad económica de la construcción durante el 2021, para poder determinar si el indicador de abril es un rebote ante el tamaño de la caída del año pasado, o es que volvemos a una senda de crecimiento de largo plazo de la construcción.

Para que volvamos a una senda de crecimiento real y sostenido es importante que se produzca una recuperación de los niveles de inversión pública en obras de infraestructura, de la que depende al menos el 72% de la actividad del sector constructor.

Nuestra principal fortaleza es que tenemos un importante número de empresas constructoras privadas que desarrollan emprendimientos con inversiones de magnitud, que se han venido fortaleciendo y mejorando sus tecnologías de construcción, por lo que están preparadas para aportar al crecimiento de la economía nacional materializando proyectos tanto de inversión pública como privada.

  1. Las obras públicas – especialmente la construcción de vías con pavimento rígido - aparecen como una herramienta fundamental para reactivar la economía. ¿Cómo ve a las Gobernaciones y Alcaldías frente a esta alternativa? ¿Están poniendo en marcha las inversiones en obras públicas? ¿Qué habría que hacer para acelerar este proceso?

La inversión pública es una variable fundamental para sostener el crecimiento de la economía nacional y para el crecimiento del sector de la construcción, lo que hace que estemos atentos a la evolución de esta variable y al cumplimiento del programa de inversión pública del Presupuesto General del Estado 2021 que alcanza 4.011 millones de dólares.

Si se logra alcanzar una ejecución cercana al 100% tenemos la certeza de que la construcción volverá a crecer y recuperará su papel protagónico como actividad tractora de la economía.

Debemos señalar que, en lo concerniente a inversión pública, también tienen participación Gobernaciones y Alcaldías, que esperamos arranquen con la ejecución de proyectos y obras una vez cumplido el periodo de transición.

  1. ¿En qué medida Ud. observa como importante aplicar instrumentos normativos que ayuden a la producción nacional como por ejemplo a la industria cementera que permitan impulsar la actividad del sector fortaleciendo la seguridad jurídica y las inversiones tanto públicas como privadas?

Para lograr la reactivación económica en un momento tan delicado como el presente, es necesario por un lado aumentar los niveles y cantidades de la inversión pública, y por el otro incentivar el consumo de productos nacionales.

Desde ese punto de vista estratégico, la Ley de Fomento a la Industria Cementera es una herramienta de primer orden para incentivar el uso y consumo de un producto nacional como es el cemento, lo que fortalece todo el complejo productivo de la construcción y elimina la dependencia de otros productos, que en muchos casos deben ser importados.

  1. ¿Qué opinión tiene sobre la demanda de sectores sociales para obtener un nuevo diferimiento en el pago de créditos? ¿Esta medida afecta al sector de la inversión inmobiliaria y en la construcción de viviendas?

El diferimiento en el pago de créditos era una medida necesaria en el momento más duro de la crisis sanitaria y ante la cuarentena rígida que se estableció el año pasado, y que como institución y sector apoyamos.

Sin embargo, nuestra posición siempre fue clara al respecto, para evitar problemas en el funcionamiento del sistema financiero nacional era necesario que esta medida sea acompañada con un apoyo del Estado que se traduzca en liquidez, de manera que amortigüe las pérdidas que provoca a las entidades financieras.

El sistema financiero es fundamental para el normal funcionamiento de la economía de Bolivia, por lo que deben manejarse con cautela y con criterios estrictamente técnicos las medidas que se adopten. No se puede politizar un tema tan delicado.

Cadecocruz: “La economía depende de la inversión pública en infraestructura”