Se dice que la construcción es un termómetro de la economía, pero qué está ocurriendo con el sector, los datos disponibles para los meses de marzo y abril muestran un decrecimiento en los permisos de edificación de 9,75% y 21,26% respectivamente a nivel nacional, según refleja un análisis del Centro de Estudios Económicos y Desarrollo de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz).
Sin embargo, desde la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios señalan que la construcción de proyectos no cesa, porque hay una demanda de vivienda en el sector privado, aunque las obras públicas, si han sentido un freno.
Durante la gestión 2022 los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan un crecimiento moderado y números relativamente más bajos que los del 2021. Es así que, en enero de 2022, el número de permisos sumó 376, un 6,21% menos respecto a similar periodo de 2021.
En agosto de 2022, este número llegó a 568, con un crecimiento de 15,68% respecto a similar periodo de 2021. En noviembre se reportó una nueva caída de 3,53% y en diciembre un crecimiento de 4,07%, siempre en comparación a los mismos meses del 2021.
En enero de 2023 los permisos de construcción llegaron a 376 mostrando una variación nula, respecto a enero de 2022; mientras que, en el mes de febrero de 2023, se registró un crecimiento de 10,94% respecto a similar periodo de 2022 con
“Marzo y abril de 2023 mostraron decrecimientos de 9,75% y 21,26%, respectivamente, en comparación con los mismos meses de la gestión 2022”, sostiene Cadecocruz en el reporte preparado para Economy.
Los permisos de construcción el año pasado alcanzaron picos en los meses de agosto con 568 aprobaciones, septiembre 536y se cerró diciembre con 537. En enero de este año hubo 376 autorizaciones, en febrero 365, en marzo 398 y en abril 337.
Perspectiva
Según la Cámara en 2022 los constructores realizaron grandes esfuerzos para reactivarse y alcanzar una expansión de manera genuina y se logró un crecimiento del 3,83%.
“De acuerdo a los análisis y proyecciones de nuestro Centro de Estudios Económicos y Desarrollo, el PIB de la construcción en Bolivia bordeará el 3% este año, previsión que puede tener tendencia a la baja considerando los acontecimientos económicos, políticos y financieros del país ya señalados anteriormente”, advierte Cadecocruz.
Señala que las perspectivas para la industria de la construcción a nivel mundial no son las mejores, se prevé un crecimiento débil en 2023 por el ambiente de incertidumbre que genera la recesión económica en los principales mercados, el aumento de precios de la energía y las altas tasas de interés.
“Sin embargo, los constructores bolivianos y Cadecocruz, trabajamos para intentar revertir este panorama y afrontar las dificultades con propuestas y gestiones que abarcan múltiples factores, desde normativos y técnicos, hasta de innovación tecnológica y de capacitación del talento humano en su conjunto”, puntualiza la Cámara.
De manera simultánea, Cadecocruz hace gestiones para que se reactive la inversión pública en infraestructura en los tres niveles del Estado (gobierno central, gobernaciones y municipios) en obras que generen empleo masivo, dinamicen la economía. Se busca que los proyectos puedan ser adjudicados a empresas bolivianas.
“La construcción sostenible es otra prioridad en nuestra agenda, implica ser responsables con la naturaleza y las próximas generaciones, y nuevas opciones de trabajo para las empresas. En este programa contamos con la cooperación internacional, y próximamente tendremos obras certificadas en las principales ciudades de Bolivia”, agrega Cadecocruz.
Existe demanda y los proyectos inmobiliarios no se frenan
El presidente de la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios, Juan Pablo Saavedra, informó a Economy que la construcción privada se reactivó a niveles cercanos de 2019 en los últimos años y en esta gestión si bien el ritmo no es igual, aún continúa el dinamismo.
Esto a diferencia de las obras públicas que se han frenado porque depende de recursos estatales y el Gobierno está sin dinero y la falta de dólares también perjudica al Estado.
Aunque normalmente no se observan cambios inmediatos porque el ciclo de un proyecto es de cuatro años desde la compra de un terreno, la planificación, aprobación, legalización de papeles, la construcción continúa en las ciudades.
“Los proyectos continúan y eso se da porque hay demanda, Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto y áreas metropolitanas no paran de crecer, la tendencia de que población se mueva a ciudades continua. Una encuesta de gobernación de Santa Cruz sugiere que se está creciendo más de las proyecciones del último Censo, a un ritmo de 4% anual y eso requiere más de 30.000 viviendas al año y eso solo para no aumentar el déficit habitacional”, resaltó Saavedra.
Los bancos han estado más cautos en la aprobación de créditos, pero dijo que este es un buen momento para los inversionistas. Si una persona no logra acceder a crédito de vivienda social, va requerir un alquiler y esa es una oportunidad para el inversionista que compre departamento o casa y luego lo entregue en arriendo.
“Esto genera un retorno de 7% anual sobre la inversión y los inmuebles son una excelente forma de proteger el patrimonio ante movidas del tipo de cambio y genera un ingreso alto contra otras opciones como la inversión en DPF que tienen tasas de 3% a 5%. Por ejemplo si se invirtió en la compra de un departamento de 100.000 dólares, el alquiler que podría cobrar es más o menos 7.000 dólares al año, con un promedio mes de 580 a 600 dólares”, ejemplificó el presidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios.
Saavedra aseguró que hay ofertas para todo bolsillo y no se necesitan ingresos altos para acceder a una solución habitacional, hay terrenos que requieren menos de 300 bolivianos mensuales, la gente los puede adquirir con financiamiento, construir dos cuartos y darlos en alquiler y con esos recursos pagar las cuotas del banco.
“Los precios en general de inmuebles están estables, aunque la falta de dólares, ha generado ruido, pero si hay variación ha sido leve. Los proyectos inmobiliarios iniciados siguen en curso, es raro que algo grande se frene porque se debe terminar para monetizar, tal vez hay menos proyectos que se lancen, pero no van a parar porque Santa Cruz y el área metropolitana, El Alto siguen creciendo”, puntualizó el ejecutivo.
