El Proyecto de Ley de Apoyo a los Emprendimientos Emergentes ya se encuentra en el Legislativo. La norma generó expectativa entre las startups bolivianas y en otros actores del sector, porque apunta al fortalecimiento y dinamización del ecosistema de emprendimiento e innovación mediante la participación activa del Gobierno.
El proyecto de ley se encuentra al momento en el Comité de Ciencia y Tecnología de la Comisión de Política Social, Educación y Salud de la Cámara de Senadores. Cuenta con 35 artículos, tres disposiciones adicionales y cuatro disposiciones transitorias. Entre las novedades está la creación de una agencia pública de desarrollo emprendedor, de un fondo público de apoyo al emprendedor emergente, de plataformas digitales de financiamiento colectivo (crowdfunding) y de fondos concursables para capacitación.
También contempla la otorgación gratuita de dominios “.bo” y de la firma digital a estos emprendimientos, su propio régimen tributario, el funcionamiento de sociedades anónimas simplificadas y la gratuidad de trámites ante el Estado durante los primeros tres años de estos proyectos (desde su constitución).
“Son 35 artículos y más de 20 disposiciones que van reformando otras normas”, resume Ismael Franco, uno de los impulsores del documento.
“La comisión la ha pasado al Ejecutivo y está recibiendo el feedback. Hay instituciones que están poniendo peros que se quieren subsanar”, informó Antonio Riveros, presidente del directorio de la Asociación de Emprendedores Tecnológicos Startups Bolivia, una de las organizaciones promotoras del proyecto de ley.
El sector se mantiene expectante con el tratamiento de la norma. Hay elementos favorables a su continuidad, como la reelección de Andrónico Rodríguez –uno de los impulsores de la norma– a la presidencia del Senado, y otros que pueden causar un retraso, como la menor disposición de recursos para el financiamiento de la nueva ley.
“Como emprendedores hemos visto en este proyecto de ley cuatro puntos importantes que pueden cambiar el statu quo del emprendimiento en tecnología e innovación en Bolivia”, destacó Riveros.
Esos puntos son la creación de la agencia pública de desarrollo emprendedor y de la sociedad anónima simplificada; la implementación del sistema crowdfunding y los “areneros regulatorios”. Un “arenero” es un espacio legal sujeto a regulación en el que los emprendedores pueden poner en funcionamiento soluciones que eventualmente puedan estar prohibidas por alguna norma vigente.
Por ejemplo, podría entrar a un “arenero regulatorio” una empresa de delivery con drones que quiera prestar sus servicios no solo en horarios permitidos (de día), sino también durante la noche.
“Podría hacerse una excepción y permitirle a los drones de esa empresa volar en horarios nocturnos, teniendo como observador a la Dirección General de Aeronáutica Civil. Si se valida que esos vuelos de noche pueden ser realizados de forma segura y que además tienen un impacto positivo en la sociedad, como el transporte de medicamentos o sangre al área rural, se puede cambiar la normativa, lo que beneficiará a otras empresas similares”, explicó Riveros.
Al momento, se planifican tres eventos de socialización del proyecto de ley en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba.
