Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), apuesta al desarrollo de 36 proyectos exploratorios y de explotación de hidrocarburos con los que buscar aumentar 5 Trillones de Pies Cúbicos (TCF) de reservas de gas con una inversión de más de 750 millones de dólares. Analistas señalan que cualquier plan es interesante, pero la pregunta es si la estatal petrolera cuenta con los recursos económicos para encarar los planes.
El Plan de Reactivación del Upstream (PRU) apunta a desarrollar 36 proyectos exploratorios en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba, La Paz y Pando, el mismo se desarrolla desde 2021 hasta 2024. Este plan busca incrementar la producción de hidrocarburos y la reposición de reservas mediante la optimización de recursos existentes e inversiones en exploración y explotación.
“En julio de 2021, YPFB anunció el lanzamiento del Plan de Reactivación del Upstream (PRU) con el objetivo de realizar inversiones en la exploración y explotación de hidrocarburos en el país. En 2022, fortalecimos, comenzamos a perforar y realizar estudios. Nuestro PRU también contempla la reactivación de campos maduros, que ya están produciendo”, indicó Armin Dorgathen, presidente de la estatal petrolera.
En La Paz están los proyectos Mayaya Centro X1 IE, Tomachi X4 IE y X5 IE; en Santa Cruz Las Delicias X1, Madre Selva X1-IE, YOPE X1, Yarará X2, Chané NW X1 IE; Charagua X1, Curiche X1010, Sararenda X3S, Yarará X1, Curiche X1011; en Tarija los proyectos Pozo Iñihuazú-X5, Pozo Desecho ChicoX1, Astillero X1, Churumas X2, Villamontes X7, Bermejp X46D, Los Monos X13D, Chaco Oeste X1ST2, Domo Oso X3.
En Cochabamba está el proyecto San Miguel X2ST2 y en Chuquisaca otros 8 planes y en Pando cinco.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, opinó que todo ese plan es interesante, pero se necesita dinero y desde hace años se presentan varios planes sobre el upstream y la pregunta de fondo es si el Estado tiene la plata para encarar los proyectos. "De dónde van a sacar los recursos, porque ahora un 40% de la actividad de YPFB es importación y cada vez recibe menos de exportaciones de gas, y sus ductos e infraestructura se quedan más vacíos", cuestionó.
“La aventura de exploración es de riesgo, el primer pozo que se perfora sale negativo por lo general, hay que perforar 4 o 5 pozos para que salga uno positivo, entonces el no contar con inversión privada en estos planes y no informar de donde saldrán los recursos y cuándo se va perforar es una quimera y parte de los que siempre se escucha planes y planes”, apuntó.
Añadió que YPFB debe buscar rentabilidad en estos proyectos como cualquier empresa, porque sino tendrá resultados negativos, además el sistema impositivo boliviano no es apto para nuevos proyectos de exploración con el sector privado y los escasos planes han sido ejecutados por la empresa estatal y no se tuvo éxito.
“Se ha perforado 6 a 7 pozos en el Sub Andino como Sararenda, Itacarai pero han sido negativos y es los que le puede seguir ocurriendo a YPFB, además a diferencia de los anteriores años, hoy la estatal no cuenta con recursos económicos”, remarcó Ríos.
De acuerdo con el experto, la realidad dice que el país se está quedando sin producción de hidrocarburos y la pregunta es si se podrá importar gas natural, gasolina, diésel, Gas Licuado de Petróleo por los siguientes 30 años o se hará el intento de buscar recursos bajo la tierra.
Ríos sostuvo que en lugar de perforar dos pozos, se necesita intervenir 20 pozos y eso requiere una inversión de 1.200 millones de dólares.
Datos del Banco Central de Bolivia (BCB) revelan que el año pasado se registró una desinversión neta de 307 millones de dólares en el sector hidrocarburos por la mayor reinversión de utilidades que se registró en este sector. En el primer trimestre de 2023 se reporta un flujo positivo de 46 millones de dólares.
La analista del sector hidrocarburos, Susana Anaya, opinó que el nuevo Plan incluye pequeños prospectos de posibles reservas de hidrocarburos y otros proyectos apuntan a la reactivación de campos maduros que estaban abandonados. “En una situación como en que la se encuentra Bolivia vale la pena reactivar campos maduros para raspar el fondo de la olla, pero el aporte va a ser muy pequeño y el trabajo exploratorio que se hace, son inversiones pequeñas para lo que requiere el país”, subrayó.
Además en este nuevo plan dijo que YPFB apunta a realizar toda la inversión y la estatal no cuenta con la capacidad de ejecutar los recursos que el país requiere. “El país cuenta con un potencial de hidrocarburos, pero la pregunta es por qué no hay inversiones, es porque no hay condiciones de seguridad jurídica, la carga fiscal es fuerte, precios internos son bajos y no hay interés de invertir de las empresas privadas e YPFB tampoco cuenta con capacidad o le queda muy poco”, manifestó.
Anaya sostuvo que si hubiera resultados con los 36 proyectos que anuncia YPFB, es necesario desarrollar primero la infraestructura para transportar la nueva producción y eso lleva más años de trabajo, no solo los que tardará la sísmica y perforación.
De acuerdo con YPFB, de los 36 proyectos, siete están en elaboración y gestión de aprobación, cinco proyectos ya están aprobados, 16 proyectos están en ejecución, siete están concluidos y existe un proyecto de fuerza mayor.
El Plan no solo apunta a la perforación de pozos exploratorios en zonas productoras tradicionales como es el Subandino Sur, sino también mira al Subandino Norte con proyectos en el departamento de La Paz como Mayaya Centro X1-IE, actualmente en perforación.
Menos recursos por exportación y más gasto en importación
Las importaciones de combustibles pasaron de un valor de 228 millones de dólares en 2006 a 4.365 millones de dólares en 2022, es decir 1.814,6% más, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Sin embargo las exportaciones de gas natural en 2022 solo llegaron a 2.972,6 millones de dólares.
En los primeros cinco meses del año (datos a mayo) las exportaciones de as natural sumaron 899.4 millones de dólares, una caída de 23,5% respecto a similar período de 2022, mientras que las importaciones de combustibles y lubricantes aumentaron en 14,4% hasta 1.272,4 millones de dólares.
