viernes. 29.03.2024

Lidera un equipo de servidores de 1.500 personas con quienes lleva adelante una organización de 18.000 personas y 26 áreas de trabajo. Pareciera la descripción del CEO de una gran empresa.

En realidad, nos referimos a Casa de Oración, una de las iglesias evangélicas más grandes de Santa Cruz, que es administrada por el apóstol Moisés Rosales, un cruceño y administrador de empresas formado en Argentina. Creyendo en que para “Dios no hay nada imposible”, impulsó la construcción y el traslado de una iglesia con capacidad para   1.000 personas a otra para más de 4.000, solamente con el compromiso y aporte de sus feligreses.

Moises Rosales
Moisés Rosales

Además, implementó allí una administración de estilo empresarial, que genera 60 empleos que gozan de seguro social y de salud.

Sus padres, Melitón Rosales y Gladys Arroyo de Rosales, que levantaron esta congregación desde hace 35 años, son su ejemplo de liderazgo a seguir.

También tuvo la visión de crear e innovar una de las competiciones al estilo militar más grandes de Santa Cruz y Bolivia: Rapjuve, un campamento que comenzó con la participación de 450 jóvenes de su congregación y que hoy atrae a 5.000 personas de todo el país y de al menos unas siete naciones en todo el mundo.

Rapjuve
Rapjuve

Rapjuve no solo es una estrategia de evangelismo, sino que busca que los jóvenes cambien a una mentalidad ganadora y de superación, junto a una serie de talleres y conciertos que buscan esos objetivos. Por ello, esta competición, este año se ha exportado a Estados Unidos y a España.

“Debemos considerar a Dios como la fuente de bendición para cada empresa”, expresa Rosales, agregando que toda persona que hace empresa se arriesga, por lo que confiar en Dios da la fortaleza para levantar un emprendimiento.

Indica que también es necesario ordenar las prioridades y avanzar cada día, mes o año, cumpliendo las funciones de toda administración: planificar, organizar, dirigir y controlar. “Nosotros las cumplimos. Todos los días tenemos planes de acción para cada una de las cosas que emprendemos. Tenemos bien claro nuestros objetivos y metas por año. Eso nos permite saber hacia dónde canalizar todo tu esfuerzo”, expresa.

Además, agrega que hay que aprender a cerrar puertas. “La vida es corta como para perder minutos en proyectos que no forman parte de nuestro propósito”.Sus ojos también han visto prosperar a cientos de  personas que han aprendido que es mejor dar que recibir.  

Familia Rosales
Familia Rosales

Una vida de lucha

si hay algo que marcó la niñez a Moisés Rosales, pero que a la vez le ayudó a ser fuerte y poder estar hoy en el lugar que se encuentra, fue la vida de Juan, su hermano mayor, quien falleció a los 17 años, luego de que casi toda su vida padeciera de una enfermedad.

Por su mente pasan muchas anécdotas y recuerdos de momentos difíciles y hasta embarazosos que les sucedió en la escuela y en el barrio junto a su hermano, a quien Moisés protegía como si los roles se hubiesen invertido y él fuese el mayor, no solo porque era más grande físicamente. Cuando Juan partió al cielo, quedó un vacío grande en la familia, pero años más tarde Dios tenía un plan mayor para cada uno de ellos.

Pasado los años, se gradúa como administrador de empresas en la Universidad Nacional de Salta, Argentina, país donde se casa con Diana Jándula y con quien tiene dos hijos.

En 1998, Moisés ingresa a Casa de Oración y empieza a poner en práctica sus conocimientos de gestión. Así fueron sus inicios, haciendo la parte operativa. Su nacimiento espiritual se da un 10 de octubre del 2004, y en abril del 2006 inicia su labor pastoral. Luego, en diciembre de 2012 es ungido como apóstol.

“Dios debe ser la fuente de bendición para cada empresa”