Ampliar formas creativas de crédito, mejorar la confianza en la banca y generar mayor acceso es vital para reducir la brecha de género en inclusión financiera para Bolivia. Esta fue una de las conclusiones del foro virtual “Brechas de género en inclusión financiera: Un análisis para Bolivia”, realizado este miércoles 30 de marzo, por la Cámara de Mujeres Empresarias de Bolivia (Camebol) y la Asociación de Mujeres Especialistas en Comercio Exterior (Amecomex).
El evento analizó la situación de las mujeres y los sistemas financieros desde un estudio realizado por Ipsos Perú y encargado por el Grupo Credicorp, en Bolivia, Panamá, Colombia, Chile, Ecuador, México y Perú, denominado Índice de Inclusión Financiera de Credicorp.
Participaron Silvia Quevedo, presidenta de Camebol; Moira Peña, presidenta de Amecomex; Renzo Rossi, líder del Programa de Equidad de Género de Credicorp; Miguel Solís, gerente de Gestión y Desarrollo Humano, Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social Empresarial del Banco de Crédito BCP en Bolivia; y Patricia Rojas, directora de Asuntos Públicos de Ipsos Perú.
El mencionado estudio generó un informe especial sobre el tema, “Brechas de género: Un enfoque interseccional” (https://www.grupocredicorp.com/indice-inclusion-financiera/#estudios), que hace una radiografía de la situación desde tres dimensiones: acceso, uso y calidad percibida de los servicios financieros en la región. La investigación revela que Bolivia registra una de las brechas de género menos fuertes en comparación con otros países como Perú y Ecuador, por ejemplo.
En el conversatorio, Moira Peña resaltó la necesidad de crear estrategias a futuro mediante la colaboración público-privada especializada en la temática. Por su parte, Silvia Quevedo relevó la importancia de contar con data periódica que ayude a establecer estrategias hacia la reducción de las barreras que enfrenta la inclusión financiera de las mujeres.
Sin embargo, como evidenció Patricia Rojas a través del estudio realizado, queda mucha tarea por delante al menos en el uso cultural de productos financieros como las tarjetas de débito (37% hombres y 30% mujeres) y crédito (15% hombres y 10% mujeres) que son menos utilizadas por las mujeres en Bolivia.
“Debemos reconocer que hay barreras culturales de comportamiento, que cruzan a toda la sociedad en lo que es equidad y los servicios que ofrece el sistema financiero, claramente, están condicionados por esta barrera. Sin embargo reducir esa barrera es una tarea de todos”, reflexionó Miguel Solís.
“Tenemos que invertir en educación financiera que tenga un capitulo de cómo acceder a los servicios financieros, qué productos existen y cómo funcionan. Así ayudaremos a que se pierda este temor natural que tiene uno cuando no conoce el sistema financiero y que lo ve grande, y que, pareciera, le va a quitar el dinero y cobrar comisiones; y que en vez de ganar va a perder. Cuando, en verdad, si alguien usa de manera correcta los servicios financieros, el desarrollo viene como una consecuencia”, concluyó Renzo Rossi.
