¿A cuánto ascienden las reservas de hidrocarburos de Bolivia?. Al 31 de diciembre de 2022 un informe de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) revela que el país cuenta con 6,71 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural. El dato está incluido en las Notas a los Estados Financieros de la estatal petrolera 2022 y se trata de las reservas descontadas al 31 de diciembre de 2022 a partir de la certificación internacional realizada por la empresa Sproule International Limited al 31 de diciembre de 2018 que determinó 8,95 TCF.
Se debe aclarar que no se hizo aún una nueva cuantificación externa, por lo que estos datos solo serían estimaciones y se podrán confirmar cuando se realice este proceso a cargo de una empresa especializada. En todo caso, a partir de estos datos se desprende que desde diciembre de 2018, el país habría consumido 2,24 TCF.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, opinó que la caída de la producción de gas está asociada al descenso de reservas, es como cuando alguien abre la pila de la piscina y comienza a vaciarla y eso provocará que su nivel de agua baje.
“No hemos repuesto nada de reservas y por lo tanto la razón para que no se haga certificación es porque no se quiere publicar el nivel de reservas y no dar malas noticias. El dato que se publica en el informe de YPFB (6,71 TCF) es el resultado, ellos conocen bien el nivel de reservas de gas, porque las empresas operadoras realizan una certificación interna constante, anual o cada dos años en los campos”, precisó.
Aseguró que Bolivia ya no gravita en el mercado internacional como proveedor de gas, dejará de serlo en poco tiempo en Argentina y en Brasil se está buscando opciones para comprar gas luego de 2030.
Añadió que si Bolivia tendrían reservas, se estaría explorando, se buscaría nuevos compradores de gas “El nivel de reservas de Bolivia debe estar alrededor de 3,5 TCF en virtud de lo que se ha utilizado desde la última certificación realizada en 2018 y en base a curvas de producción”, apuntó.
Ríos sostuvo que en la actualidad el único pozo que tiene una perspectiva interesante y donde se trabaja e Astillero donde se observarán los resultados de la perforación en un año y medio a dos, pero con el inicio de producción en cuatro años una vez que se descubran las reservas.
El analista Francesco Zaratti, sostuvo que los datos que se reflejan en el informe de YPFB es básicamente una extrapolación lineal de lo que se tenía como reservas a 2018 y lo que se dispondría actualmente sobre la base de producción de hidrocarburos declaradas.
“Lo que no se tiene en cuenta es que a medidas que se van agotando los pozos y campos, también las reservas se resienten, puede ser más difícil extraer los hidrocarburos, es el caso de Incahuasi donde el proceso de extracción y de declinación no es lineal. Pero en ese marco es razonable que si eran 10 TCF y se gastaron 3 TCF, pero es posible que no se tenían 10 TCF”, apuntó.
Añadió que en los últimos años hay una reducción de reservas, no se conoce cuánto es y solo se podrá conocer con una certificación objetiva.
De acuerdo con Zaratti solo se puede revertir la tendencia de caída de producción y reservas, solo con el descubrimiento de nuevos yacimientos, pero las condiciones no están dadas, porque YPFB apuesta a pozos maduros que ya fueron explotados.
“Es solo raspar la olla, se saca poco y por poco tiempo”, agregó.
Señaló que en teoría los proyectos que se encaran en materia de exploración tienen una probabilidad de éxito que en Bolivia es de 10% y no se puede excluir algún éxito en los prospectos, sin embargo remarcó que no será un megacampo petrolero.
“Pueden ser descubrimientos que alargue el fin del ciclo del gas, pero no se va revertir, este es un hecho y hay que ponerse eso como un chip en la cabeza para actuar en consecuencia, tratar de sustituir el gas en todos los nichos en los que se pueda y esto no se improvisa o se hace de la noche a la mañana, es un plan de transición energética que este gobierno no está encarando”, puntualizó Zaratti.
La producción fiscalizada de gas natural el año pasado bajó a 41 millones de metros cúbicos día (MMmcd) y este año se proyecta un mayor descenso hasta 37 MMmcd, según las estimaciones de YPFB difundidas en su rendición de cuentas inicial 2023. La producción de hidrocarburos líquidos llegó a 37.000 barriles en 2022 y este año se prevé una reducción a 32.600 barriles.
En marzo, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, recordó que hoy la economía boliviana paga las facturas de no haberse realizado las inversiones necesarias en su gestión para mantener la producción de gas natural, además de las mentiras de una exautoridad (que dijo que Bolivia estaba sobre un mar de este recurso.
“El mar de gas lo hemos descubierto, solamente que ustedes no lo visualizan, no lo quieren visualizar; la prensa habla barbaridades, se dicen y desdicen. Para encontrar el mar de gas hay que encontrar otros pozos”, manifestó un 13 de enero de 2019 el entonces ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, en la gestión de Evo Morales.
La Ley 3740 de Desarrollo del Sector de Hidrocarburos establece que la actualización de las reservas certificadas de gas y líquidos debe ser hecha cada año con cierre al 31 de diciembre. Los datos deben ser publicados hasta el 31 de marzo de la siguiente gestión como fecha límite.
La certificación al 31 de diciembre de 2023 se hará el siguiente año,informó el Ministerio de Hidrocarburos en junio a la Asamblea Legislativa
Esperanzas
El presidente del Estado, Luis Arce, en su mensaje del 6 de agosto en Sucre, anunció que el pozo Yarará- X2, actualmente en prueba de producción, incrementará la producción de petróleo en más de 700 barriles día en el campo del mismo nombre. Se estima que el campo Yarará acumula un millón de barriles de petróleo como reserva.
También resaltó que el pozo Remanso-X1, en la provincia Warnes en Santa Cruz, está en etapa de pruebas con una producción de condensando de 45 barriles por día. “ Estos resultados permitirán catalogarlo como descubridor de un nuevo campo hidrocarburífero con recursos estimados en 0,7 TCF de gas y 52 millones de barriles de líquidos”, remarcó.
Proyectos exploratorios
De acuerdo con datos de YPFB entre los pozos exploratorios programados para este año se encuentran: pozo Mayaya Centro X1 IE, Yope X1, Yarará X2, Chané NW X1 IE, Bermejo-X46D, Iñau X3D, Yapucaiti-XI, Villamontes X7, Ingre X3D, Las Delicias X1, Madre Selva X1IE. Todos están a cargo de Casa matriz.
La inversión prevista este año en toda la cadena de hidrocarburos es de 668,9 millones de dólares, de los cuales YPFB Casa Matriz ejecutará 326,8 millones de dólares, empresas filiales y subsidiarias de YPFB 277,5 millones de dólares y empresas operadoras 64,5 millones de dólares.
La mayor parte del presupuesto de inversión este año se dirige a la exploración 324,3 millones de dólares, explotación 139,1 millones de dólares, distribución 74 millones de dólares, transporte 52,8 millones de dólares, plantas de industrialización 38,5 millones de dólares, refinación 25,9 millones de dólares, almacenaje 5,5 millones de dólares. El resto va a almacenaje, otras inversiones y comercialización.
