sábado. 27.04.2024
Microfinanzas

Finrural cumple 30 años ofreciendo servicios financieros a más de 600.000 microempresarios

En 1993, cuatro ONG financieras dieron origen a la asociación; hoy, son nueve Instituciones Financieras de Desarrollo que además de créditos ofrecen servicios integrales como ahorro y microseguros en todo el país. El desafío es profundizar en las finanzas digitales para incluir aún más a pequeños productores en el sistema financiero.
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Un productor observa el crecimiento de sus sembradíos. FOTO: Alejandro Alvarez-CNI

En tres décadas de servicio, Finrural, la entidad que agrupa a las nueve Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) que operan en el país, mantuvo su protagonismo en la prestación de servicios financieros para los micro y pequeños emprendedores, esencialmente en el área rural.

Los datos corroboran este rol. La cartera de créditos que el año de su creación llegó a algo más de Bs4 millones escaló a casi Bs8.000 millones a octubre de este año.

“La evolución de la cartera muestra que las IFD son un mecanismo importante de inclusión financiera y colocación de créditos entre la población vulnerable de Bolivia”, dijo Néstor Castro, Gerente General de Finrural, al evaluar el desarrollo de la entidad en estas tres décadas.

El crecimiento de la cartera estuvo acompañado por el aumento en el número de clientes. Los datos muestran que, en 1993, las cuatro IFD que conformaban la organización tenían algo más de 5.600 clientes de crédito a nivel nacional. La cifra a octubre pasado llegó a 602.453 clientes lo que muestra, dijo Castro, “que seguimos haciendo mucha más inclusión financiera”.

Este desarrollo fue respaldado por la solvencia patrimonial de las IFD. Los Bs1,3 millones de patrimonio se convirtieron en más de Bs 1.455 millones a octubre de 2023.

Finrural celebró su trigésimo aniversario destacando la vocación de servicio y la generación de oportunidades desde 1993. Ese año cuatro ONG dedicadas al microcrédito, la Asociación Nacional Ecuménica de Desarrollo (ANED), el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA-Fondeco), la Fundación Sartawi y la Fundación para Alternativas de Desarrollo (FADES), crearon la institución que tiene la misión general de apoyar el desarrollo de la población menos favorecida o vulnerable de Bolivia.

Hoy las IFD CIDRE, Crecer, Diaconía, Fondeco, Fubode, Idepro, Impro, ProMujer y Sembrar Sartawi forman parte de la Asociación que fue actor central del origen de la historia del microcrédito que evolucionó a las microfinanzas bolivianas.

“Cada vez más y con mayor fuerza, las IFD compiten en el ambiente de financiamiento local. Mis felicitaciones a ustedes que están compitiendo —siendo no lucrativas y haberse tardado tanto en ser supervisadas a pesar de tener toda la metodología técnica y financiera—, por hacer la lucha a los bancos que tienen más historia y mayor respaldo de toda naturaleza; estoy orgulloso de haber poyado al nacimiento de Finrural y de estas ya grandes empresas del sistema financiero boliviano”, aseguró Marcelo Zabalaga, el primer presidente del Directorio de Finrural, a tiempo de destacar la relevancia de las IFD en la generación de oportunidades de financiamiento para los sectores vulnerables de la población.

El también expresidente del Banco Central de Bolivia, hizo un recorrido por los orígenes del microcrédito en Bolivia encontrando el primer antecedente de las ONG financieras en Bolivia con la aparición en 1961 del Circuito CEDEC en La Paz, Cochabamba, Oruro y Santa Cruz.

El rol histórico de Finrural en el desarrollo de las microfinanzas bolivianas es determinante. Fueron parte entidades que evolucionaron a bancos especializados en microfinanzas e, incluso, en una de las reuniones de Directorio de Finrural hace algunas décadas se discutió la formación de la Asociación de Entidades especializadas en microfinanzas (Asofin).

Finrural cumple 30 años ofreciendo servicios financieros a más de 600.000 microempresarios