lunes. 29.04.2024

Todo apunta a que el crecimiento de este 2023 será menor al alcanzado en 2022. Es la proyección de cinco sectores estratégicos de la economía, que vislumbran también un 2024 con muchas dificultades. Para afrontar esta situación necesitan un elemento común: apoyo del Gobierno.

A mediados de este año, el Banco Central de Bolivia (BCB) aún tenía previsto un “crecimiento dinámico” del PIB en esta gestión, gracias a un mayor impulso de la demanda interna, la política de industrialización con sustitución de importaciones, la conformación del Fideicomiso para promover la Reconstrucción Económica y Productiva, la importación de crudo para la producción de refinados, el inicio en las exportaciones de energía eléctrica y la ejecución de la inversión programada de $us 4.006 millones, lo que estimularía a otros sectores. Los resultados parecen muy diferentes. 

Tras registrar en 2022 un 24% de ejecución del presupuesto en infraestructura y una caída del 37% en la inversión privada, el sector constructor no ve que el 2023 culmine con un mejor panorama. Hasta septiembre de este año, la producción de cemento creció solo un 1,4%, mientras que la venta de ese insumo aumentó en 3,6%. La variación acumulada del Índice de Insumos Importados para la construcción cayó en 1,5% y los permisos de construcción en 20,7%.

“No se observa un repunte de la industria de la construcción. Los datos parecerían indicar que sería el octavo año de desaceleración en cuanto a infraestructura civil”, sostuvo el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Luis Bustillos, con datos a octubre. 

“Esperamos revertir esta situación en 2024, y apuntar a la transformación de la industria de la construcción a partir de la atención de las necesidades más urgentes del país, de la mano del gobierno central, y de los gobiernos departamentales y municipales”, acotó.

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La construcción a nivel nacional sigue en una fase de desaceleración

Desde la Cámara Nacional de Industrias (CNI), sostienen que su sector ha registrado un descenso en el ritmo de actividad económica, debido a factores nacionales, como el incremento del contrabando, informalidad, escasez de divisas, bloqueos en carreteras y escasez de combustibles; y a factores internacionales, entre ellos, el encarecimiento de materias primas, insumos y bienes de capital importados debido a la crisis de suministros y conflictos bélicos. “Se estima que el crecimiento del PIB esté por debajo del 2%, marcando una disminución respecto a los años anteriores, incluida la etapa de la pandemia”, indicaron. 

Para el sector del comercio, el crecimiento a junio de este año fue de 2,2%, significativamente más bajo que el alcanzado el primer semestre del pasado año (4,7%). 

“Todo apunta a que el crecimiento económico a fin de año estará por debajo del alcanzado el pasado año, que fue de 3,6%. En el primer semestre de esta gestión, el comercio ha crecido solamente en 2,1%”, informó la Cámara Nacional de Comercio (CNC). 

Este comportamiento se alcanza en medio de una escasez de divisas e hidrocarburos que afectan al sector, el cual depende de los dólares para sus importaciones y del transporte para trasladar sus bienes a distintos mercados. Estas dificultades ya se reflejan en la reducción de las importaciones, que a septiembre disminuyeron en 2,8%, destacándose la caída en suministros industriales (-14,5%) y artículos de consumo (-2,5%). La institución considera que, para fin de año, este debilitamiento de las importaciones puede ser mayor.

“Muchas de las empresas asociadas a la Cámara Nacional de Comercio han tenido que buscar maneras de conseguir divisas para realizar sus importaciones, recurriendo al mercado paralelo, lo que ha significado un encarecimiento de los costos y una reducción en los márgenes”, indicó. “Si la escasez de moneda extranjera se agudiza, las empresas no tendrán más remedio que incrementar sus precios para poder continuar con sus importaciones”, alertó.

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 Los indicadores muestran la desaceleración que se registró en algunos sectores en 2023

El sector exportador, a su vez, también ha estado enfrentando obstáculos desde 2022. Este año, hubo dos problemas principales, uno externo y otro interno. El externo está compuesto por el aumento de las tasas de interés de los bancos centrales en el mercado internacional, que redujeron los precios de las materias primas, y por los problemas políticos y sociales en Perú, que ocasionaron bloqueos que afectaron un mercado que estaba en crecimiento, principalmente para las exportaciones de granos. “La afectación fue de unos $us 300 millones”, indicó el presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Danilo Velasco.

El mercado interno tiene también relación con los frecuentes bloqueos y cortes de ruta en Bolivia, principalmente en Santa Cruz, el departamento que más aporta a las ventas externas del país. 

“Hay una contracción de las exportaciones. No olvidemos que en 2022 tuvimos un récord de $us 13.670 millones y nosotros queríamos que esa cifra se supere este 2023. No tenemos datos finales, pero a septiembre estaban llegando a unos $us 8.500 millones. Eso nos hace ver que vamos a cerrar el año con menores exportaciones que en 2022. Esperemos por lo menos llegar a los $us 11.000 millones”, proyectó el presidente de la Caneb y  agregó que la balanza comercial “va a estar casi equilibrada”.

En el sector de hidrocarburos, asimismo, la producción de gas sigue en caída libre, la importación de combustibles y el subsidio registran cada año nuevos récords, el valor de las compras externas ya superó el de las ventas externas de gas, y la falta de divisas para la importación de estos gasolina y diésel se hace cada vez más notoria en las constantes filas frente a los surtidores.


PUNTO DE VISTA
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Óscar Mario Justiniano, Presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz

"Hay dificultades para el acceso a dólares"

Uno de los grandes temas que hemos tenido este año, ha sido la escasez de dólares y la intervención del Banco Fassil, que si bien no tienen una relación causa-efecto directa, coincidieron en tiempo, creando una compleja situación de desconfianza e incertidumbre en la población. 

Una correcta atención de crisis que, gracias al diálogo y la coordinación entre el sector público y el sector privado, permitió dar respuestas oportunas a esta difícil situación, demostrando la fortaleza y la eficiencia del sistema financiero boliviano y el compromiso del empresariado con el país. 

Las dificultades para el acceso a dólares siguen originando dificultades a los empresarios que ven encarecidas sus transacciones comerciales desde y hacia el extranjero.


PROYECCIONES 2024 

Este desfavorable escenario tampoco permite anticipar un mejor desempeño en los cinco sectores, aunque lo que ocurra dependerá principalmente de la capacidad de reacción del Gobierno.
Para la CNC, lo que suceda en el próximo año va a depender de las medidas que tome la administración de Luis Arce. 

“Si el Gobierno no asume ninguna medida, la escasez de divisas y carburantes puede agravarse, encareciendo las importaciones y los precios. La escasez puede llegar a afectar la producción, especialmente en sectores que utilizan carburantes de manera intensiva, como los de la agricultura o transporte. No obstante, aún si el Gobierno toma las medidas que la economía requiere, el 2024 será un año de bajo crecimiento, mientras la economía se ajusta y alcanza el equilibrio”, considera la Cámara.

Para la Caboco, es difícil esperar una buena proyección, sino se toman medidas urgentes que hagan que la industria de la construcción asuma un rol de dinamizador de la economía. “Para lograr esto se requiere, principalmente, disponibilidad de recursos económicos, agilidad en los procesos de contratación y transparencia en la adjudicación y construcción, así como la normativa para el cumplimiento obligatorio”, sostuvo Bustillos.

Para la Caneb, igualmente, el 2024 “será difícil”.  “Haciendo algunos ajustes y con mayor apoyo al sector, podemos mejorar” los $us 11.000 millones que se prevé para este año. “Al ser Bolivia exportador principalmente de minerales y alimentos, los precios van a tender a mejorar. En esa línea, podemos mejorar las exportaciones de 2024 con las operaciones del sector privado, podemos darle estabilidad económica al país trayendo divisas”, sostuvo Velasco. 

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La escasez de combustibles puede agravarse, si el Gobierno no toma las medidas necesarias, señala la CNC

El sector industrial, a la cabeza de la CNI, enfocará sus esfuerzos en modernizar normativas vinculadas a la inversión privada, como el Código Tributario y la Ley General del Trabajo. Asimismo, tienen  el desafío de buscar la manera de mejorar la logística y transporte para las exportaciones y garantizar el respeto al Estado de Derecho para evitar perjuicios por bloqueos, además de concretar negocios relacionados con el litio para impulsar el crecimiento.

En hidrocarburos, “tan crítico es el panorama que muy probablemente, para el 2025, los ingresos de la exportación de gas no sean ya suficientes para cubrir el monto de subsidio a la importación de combustibles”, advierte un informe de la Fundación Milenio.

Para coadyuvar al crecimiento de 2024, cada sector tiene sus propias demandas. 
La CNC considera que en corto plazo es necesario ajustar el déficit fiscal a través de la reducción de la burocracia estatal, de la reestructuración de las empresas públicas y la búsqueda de soluciones a la subvención de los hidrocarburos. 

En el largo plazo, el crecimiento y mejora de los niveles de vida de la población dependerá de la inversión y las mejoras en la productividad. “Por ello, consideramos que es importante que el Gobierno mejore las condiciones para atraer la inversión privada nacional, pero principalmente la inversión extranjera, que trae divisas y tecnología. Debe brindarle a la inversión privada las condiciones para que trabaje por el país”, expone la institución. Esto se logrará a través de la mejora de la seguridad jurídica, un sistema tributario “menos arbitrario” y una justicia labora imparcial y ecuánime. 

La Caboco identifica como necesidades del sector la disponibilidad de recursos, la agilidad en los procesos de contratación, transparencia en la adjudicación y construcción, y ajustes al marco legal sectorial, para el cumplimiento del mismo. 

La Caneb, a su vez, pide al Gobierno coordinación para trabajar tres pilares: la desburocratización del aparato estatal; la logística, para abaratar los costos propios de un país mediterráneo, y el desarrollo de acuerdos comerciales con países vecinos.


La agropecuaria y el turismo se reactivan; buscan apoyo estatal 

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La producción de la campaña de verano 2022/2023 fue de 5,27%

La producción agrícola creció un 11% en 2023, principalmente por rendimientos favorables que se registraron en las campañas de verano 2022/2023 e invierno de 2023. El sector pecuario creció en 5% con respecto a 2022.

El valor bruto de producción agropecuaria en 2023 se incrementó un 7,42% con respecto a la gestión 2022, impulsado por un incremento de la producción y un aumento de los precios principalmente de productos pecuarios, señala el informe de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). 

Las condiciones climáticas para los cultivos correspondientes a la campaña de verano 2022/2023, fueron mayormente favorables, siendo el sorgo (24,56%), maíz (7,51%) y soya (6,44%) los cultivos  que registraron un incremento del área cultivada. El área cultivada, en dicha campaña fue de 1,65 millones de hectáreas, un incremento de un 5,48% comparado con el verano de 2021/2022.

En la campaña de invierno 2023, el cultivo que incrementó en el área cultivada fue el sorgo con un 333,93%, mientras que el resto registró una disminución, como es el caso de la chía (-34,14%), maíz (-32,96%) y trigo (-20,12%). 

El presidente de la CAO, José Luis Farah, lamentó que siga optando por las restricciones a las exportaciones y al acceso a eventos genéticos con semillas mejoradas, con el argumento de proteger a la población y, contradictoriamente, toda la política proteccionista celebra el ingreso al Mercosur. 

“No le tenemos miedo, pero en la práctica, nos mandan a competir a la pista de carreras en un carretón cuando los otros compiten en un coche modelo 2024”, señaló.

Respecto a los factores climáticos adversos, reiteró la necesidad de acceder a tecnología de última generación en maquinaria, equipos, insumos y genética, a los cuales calificó de fundamentales para hacer frente al clima.

EL TURISMO CRECE  
El turismo se reactiva en el país, y las cifras muestran una proyección de $us 716 millones en ingresos de divisas para la presente gestión, superior a los $us 530 millones de 2022, informó el viceministro de Turismo, Hiver Flores.

En 2022 llegaron al país al menos 724.035 turistas extranjeros, mientras que en 2023 la cifra llegó a 997.594 visitantes y para el 2024 se perfila superar esos datos con políticas para impulsar y consolidar la “industria sin chimeneas”.

En cuanto al turismo interno, en la gestión 2022 se tiene 2,7 millones de turistas nacionales y la proyección para 2023 es llegar a los 3,1 millones, lo que contribuirá en la dinamización de la economía con ingresos que superan los Bs 2.109 millones. 


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Claudia Pacheco, Presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz

La realidad neurálgica de nuestra economía

Nos encontramos con un panorama preocupante. La disminución de las RIN, de $us 3.796 millones en 2022 a 2.147 millones a agosto de 2023; la falta de divisas; el tipo de cambio paralelo; los cupos a las exportaciones de ciertos productos agroindustriales; la baja de la producción hidrocarburífera y el aumento de la importación del combustible a precio subsidiado; una Inversión Extranjera Directa negativa en la región y una calificación alta de riesgo-país para inversiones, develan la realidad neurálgica de nuestra economía.
Enfrentamos también un panorama desafiante. El repunte de la actividad económica mundial se ve reflejada en los indicadores macroeconómicos, aunque aún se muestra signos de desaceleración en contextos de inflación, de políticas monetarias restrictivas y de secuelas a largo plazo de la pandemia y de la guerra entre Ucrania y Rusia. Todo esto, además de los fenómenos meteorológicos y de los calendarios electorales, anticipando que el 2024 podría ser un año de incertidumbre y posibles dificultades económicas, en especial para Bolivia, al ser un país de economía emergente, que muestra un contexto de elevado endeudamiento y un PIB proyectado en el PGE de 3,71%, por encima de los 2,1% y 2,3% proyectados por otros organismos internacionales para economías similares. 
Se espera que las políticas económicas revisen la legislación vigente, otorguen seguridad jurídica, incentiven las inversiones, quiten los cupos de exportación y transparenten la información macroeconómica para poder proyectar y coadyuvar con propuestas estructurales para que la economía boliviana mejore en beneficio de toda la población.


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Walter Morales, Doctor en Economía

Demasiada política y poca racionalidad económica

Este 2023, Bolivia podría estar cerrando en alrededor de 2%, el crecimiento más bajo de las últimas dos décadas. Obviamente, descontando el accidente estadístico de 2020 y su cisne negro de eventos altamente improbables que se dieron. 
Llegamos a fin de año con un entorno difícil de disimular, que ha mostrado una evolución negativa, más sombras que luces. Si bien, la inflación estará también en el orden del 2%, tiene que ver con un tipo de cambio anclado al límite, que abarata importaciones, muchas de contrabando y que complica a la producción nacional, refleja también la disminución de dinámica, que se percibe en los agentes y sectores económicos. El otro aspecto complejo se relaciona con el elevado y persistente déficit fiscal de al menos 7% y con baja inversión pública, privada menos; extranjera, ni para comentar. Es que en un país donde más de 3/4  partes han sido empujados a la informalidad y existe un empecinamiento con mantener un ampuloso aparato estatal.
Afortunadamente, el sistema financiero ha podido aguantar los embates de la inestabilidad generada por las dificultades cambiarias, disminución de liquidez, incremento de mora, pero muy resiliente y una estrella para la madurez del público, aun con el pésimo manejo, por el lado que se lo mire, que llevó al cierre de un banco. 
Y para 2024, se vislumbra un escenario aún mas desafiante. Generar divisas para incrementar las reservas internacionales y evitar una profundización aguda de la escasez de dólares y un deterioro de tipos de cambio múltiples, desactivando la bomba de tiempo que representa la subvención a los combustibles, generando opciones positivas, tal vez con más exportaciones, o apuntando a un ajuste. Desafortunadamente, el Presupuesto General del Estado que viene no da pistas claras y contundentes de racionalidad e inteligencia económica. 

Balance 2023: Sectores confirman freno y un panorama similar para 2024