Profesionales, gerentes de sus áreas, y, sobre todo mamás. En SACI, tres mujeres que comparten esas características relatan cómo han tenido que desarrollar competencias y destrezas muy especiales para mantener los diferentes roles que les cambió la vida al agregar un nuevo cargo a su vida personal y profesional: la maternidad.
Decidida y comprometida
Katherine Cuéllar, contadora de profesión, asumió hace poco el cargo de gerente Nacional de Administración y Finanzas. Kathe, como la llaman sus colegas, inició su vida laboral en SACI en el 2006 cuando entró como suplente de la asistente de contabilidad que había salido de baja por maternidad. El tiempo invertido en la comercializadora dejó en claro la calidad de trabajo que Katherine demostró. Al mes, nuevamente recibió una llamada de la empresa anunciándole que había una vacante para ella. A partir de ahí, su vida laboral fue en ascenso hasta lograr un rol en gerencia nacional.
Cuando entró a SACI ya era mamá de su primer bebé, María Isabel, que tenía un año y quien ahora tiene 17. Durante su recorrido laboral recibió a dos niñas más, Nicole y Rebeca de diez y tres años, respectivamente. “Disfruto mucho de la maternidad y de mi trabajo. Jamás se me pasó por la cabeza dejar la profesión que me gusta para ejercer la maternidad al 100%, me las ingeniaba para estar presente en todo”, cuenta la ejecutiva. Recuerda que, en una ocasión, por motivos de salud de su segunda hija, consideró retirarse de la empresa para poder irse a otro país a continuar con el tratamiento de su pequeña, sin embargo, sus rezos y oraciones fueron escuchadas y permitieron que la situación mejore y continúe en la comercializadora.
Cuéllar asegura que aún le queda un largo camino por recorrer y aprender. Ser esposa, mamá, gerente y todas las profesiones que la maternidad conlleva las considera una bendición que la hace sentir realizada. “Veo el tiempo atrás y me doy cuenta el tramo que he recorrido a lo largo de los años. Quiero ser ejemplo para mis hijas y creo que voy por buen camino”, comenta con satisfacción.
Mamá fuerte y poderosa
A los 23 años inició su carrera profesional como auxiliar en un juzgado en 2002. Un anuncio de SACI para asistente legal le llamó la atención, postuló y logró el puesto. Reina Peña, ahora de 41, ejerce su pasión por la abogacía en la comercializadora hace 18 años, ahora como gerente Legal Nacional. Isabella, su hija de 15 años, solo conoce una mamá que ha trabajado en la empresa desde que tiene uso de razón y que hasta tenía el deseo de ser abogada como ella.
“Lo más difícil de mi maternidad fue tener que dejar a mi hija de un mes de nacida para volver a trabajar porque quien me reemplazaba le dio dengue y estaba internada. Fue un desprendimiento duro a pesar que mi ex suegra me ayudó a cuidarla durante esa etapa”, cuenta la abogada. Recuerda con emoción y lágrimas en el rostro el apoyo que la empresa le dio durante su embarazo, su maternidad e incluso su divorcio. “Disfruto mucho trabajar en SACI. Agradezco a Dios por haberme puesto en un lugar donde valoran el talento profesional y personal”, agrega.
Reina tiene claro que el legado que desea darle a su hija: el amor a Dios sobre todas las cosas y las herramientas para que forje un futuro profesional sólido con la carrera que desee. “Cuando las cosas se hacen con amor la recompensa y la satisfacción de ser parte de una familia como SACI es grande. Estoy orgullosa de estar aquí”, menciona.
Jefe de logística y mamá primeriza
Daniela Sandi se estrenó como la mamá de Guillermito en agosto de 2021. A punto de cumplir diez años en SACI, sigue apasionada por su trabajo y profesión. “He pasado por todas las unidades de negocio de la comercializadora haciendo logística lo que me permitió expandir mis conocimientos y estar ahora donde estoy”, asegura orgullosa.
La profesional comenta que las cosas poco a poco dan frutos y que por eso es vital obrar bien. Tanto ella como su esposo vienen de matrimonios fallidos. Esa experiencia les ha permitido trazarse nuevos objetivos y deseos para su vida y más ahora que disfrutan de su primer bebé juntos. “Yo soy el espejo de mi bebé y él tiene que aprender en un futuro que hay que luchar por lo que uno quiere, que lo que fácil viene, fácil se va. Me encanta la conexión que tenemos, él sin hablar siento que me entiende. Es mi paz”, menciona emocionada.
Daniela expresa que SACI le ha dado todo, y eso incluye al amor de su vida (su esposo). “He llegado donde estoy gracias al esfuerzo que he hecho, a mi preparación y a la constancia que le doy al trabajo. La empresa y mis colegas me apoyaron siempre y ahora con la maternidad más, siento que estoy en el lugar correcto”, finaliza la joven mamá.