viernes. 03.05.2024

En una ciudad en constante movimiento como Santa Cruz, la conducción está siendo desafiada por una nueva generación de mujeres valientes y decididas. Madres que demuestran su capacidad de adaptación y perseverancia en una profesión que solía estar dominada por hombres: la conducción de taxis.

De acuerdo a reportes del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) 39% de las mujeres ocupadas de Bolivia trabajan por cuenta propia, debido a las barreras que enfrentan para acceder a créditos financieros formales, los bajos salarios y la precariedad de condiciones laborales, razón por la cual cada vez más buscan nuevas y más redituables espacios de trabajo autogestionados.

Bajo este panorama y con una pasión innegable por su trabajo, Yessica Tambo, madre de 31 años e ingeniera comercial, comparte sus experiencias como conductora de Yango, la aplicación de transporte urbano que la ha ayudado a encontrar un equilibrio entre su trabajo diurno en una clínica y su carrera como conductora.

Hace apenas tres meses, Yessica decidió comenzar a trabajar como conductora. “En ese momento yo estaba sin trabajo y desesperada”, confesó. "En ese entonces yo no tenía ingresos, mi esposo trabajaba todos los días y, aunque le pedí que me enseñara a unirme a las plataformas de transporte compartido, no lo hizo. Así que decidí tomar el asunto en mis propias manos. Solicité el trabajo en uno de los socios de Yango, pasé por los requisitos necesarios y la capacitación, tomé el auto y comencé a conducir. Ahora trabajo a tiempo parcial como conductora, mientras trabajo en una clínica durante el día".

Yessica ha logrado enfrentar los desafíos al volante en la ciudad de los anillos "Lo mejor de ser una conductora mujer en esta ciudad es tener la oportunidad de conocerla en su totalidad", afirma. Sin embargo, se enfrenta a otros obstáculos. "Los hombres pueden llegar a ser machistas. Algunos se sienten incómodos de que los lleve una mujer, especialmente los pasajeros más jóvenes". y dice que se esfuerza por interactuar con sus clientes, hablando con ellos para romper el hielo y generar confianza.

Trabajar como conductora también ha abierto un mundo completamente nuevo para Yessica. "Es una experiencia única, nunca imaginé que trabajaría como chofer", admite "Aprendí que manejar te da una sensación de poder, te sientes empoderada, como si tú estuvieras al mando".

Cuando se le preguntó qué consejo daría a otras madres que dudan en convertirse en conductoras, Yessica responde con entusiasmo: "Les diría que no se limiten. Ser madre y tener una carrera no debe ser motivo de vergüenza para ser chofer. Debemos salir de nuestra zona de confort y recordar que las mujeres somos capaces de hacer las mismas cosas que los hombres. Les daría la motivación para que se animen a hacerlo, al igual que yo".

Superando barreras para un futuro mejor

Con 42 años de edad, Lucinda Flores Rojas también es conductora y ha encontrado que trabajar con una app de transporte urbano, le da la oportunidad de mejorar su calidad de vida y la de sus cuatro hijos.

Cuenta con una experiencia de siete años trabajando en empresas tradicionales de radiotaxis. En enero de 2023 decidió dar un paso más y unirse a la plataforma de Yango, motivada por las opciones de ingresos y la posibilidad de tener una carrera continua de viajes sin necesidad de regresar a un estacionamiento vacío. Con unas 8 horas diarias y alrededor de 60 horas a la semana dedicadas a la conducción, Yango se ha convertido en su fuente principal de ingresos.

Lucinda final
Lucinda Flores se unió a Yango en enero de este año

Lucinda cuenta que su principal motivación es poder pagar la mensualidad universitaria de sus hijos. "No tuve la oportunidad de estudiar, yo soy ama de casa, no tengo una carrera. No quiero que mis hijos pasen por lo mismo", dice con determinación. Lucinda también explica que puede manejar su tiempo entre el trabajo y sus responsabilidades diarias y que esta organización le permite disfrutar de momentos valiosos junto a su familia, creando un equilibrio entre su carrera y sus deberes como madre. "Salgo temprano, a las 3 de la mañana, hasta el mediodía todos los días, de domingo a domingo, pero por las tardes, dedico tiempo a mis hijos y me quedo con ellos."

Ser una mujer conductora en Santa Cruz no ha estado libre de desafíos para Lucinda. "A veces soy discriminada por mis compañeros -cosa común también en otros ámbitos- y me enfrento a los riesgos habituales de conducir por la calle, pero esto se compensa con la flexibilidad de horarios y otras ventajas", dice.

En la familia de Lucinda, ella y su esposo se han unido a la plataforma como conductores, además de su hija mayor que ahora sigue el ejemplo de la madre. Al ser consultada sobre las ventajas de estas nuevas tecnologías, responde “es más fácil la navegación, estoy terminando una carrera con un pasajero y enseguida me llega uno nuevo, los mapas nos ayudan a ubicarnos y conocer mejor la ciudad. Me di cuenta que vivo en una ciudad enorme, más grande de lo que creía”.

Lucinda es enfática en animar a otras madres a dar el paso hacia la conducción. "Que se animen, porque es un buen ingreso y pueden elegir sus horarios", afirma con seguridad y garantiza que la aplicación le ofrece una remuneración atractiva en comparación con ser una empleada de casa, que sólo gana un salario mínimo.

Madres conductoras, empoderamiento y superación al volante